24 agosto 2010

... NOCHE DE CRISTALES ROTOS

Me sorprendí leyendo palabras que podría haber escrito yo... pero que no eran mías. Me sorprendí escuchando fantasías que podrían rondar en mi cabeza... pero que no salían de mi boca. Me sorprendí asimilando palabras agradables... que no creo que fueran mucho más que pura dialéctica aderezada con cuentos de hadas.

Miro a mi alrededor y sólo me encuentro con ojos cansados, que ven su entorno en blanco y negro y que han ido perdiendo el brillo con el paso del tiempo. No entiendo muy bien su cara de extrañeza al ver mi sonrisa. Quizá las personas se olviden de cómo es reír sin más. Seguramente se olviden de cómo es ver la vida desde la esperanza de que cada momento puede ser distinto y mejor que el anterior. Quizá ya no quieran dejarse sorprender.

Sería hipócrita por mi parte afirmar que yo no he perdido energía y que siempre quiero más de todo lo que me rodea. No puedo contarte que me levanto esperando que el día me sorprenda y pensando que quizá sea hoy un día más en el que ayudar a alguien que esté como yo hace un tiempo. Y sin embargo no está tan lejos de la realidad...

Adoro las sonrisas perdidas en el rostro de caminantes anónimos de las calles de la grandes ciudades, esas que te ceden su alegría. Adoro el empeño de los niños al intentar ser el centro de atención haciendo tonterías, esas que nos recuerdan lo bello que es ser inocente. Adoro la mirada penetrante de un desconocido embelesado, esa que te saca los colores y te hace sentir brillar.

No negaré que es probable que muchas de las cosas que escriba sean pensando en ti... en esos momentos en los que mis viajes imaginarios se materializan rozando las teclas. Aún así, me gustaría recordarte que las palabras no se pueden tocar, ni se deben amar y, que muchas, como las que van dirigidas a ti, ni siquiera se pueden hacer realidad.

Mais c'est la vie...

2 comentarios:

El que escribió dijo...

Pues sin adornos te digo que Touché.

Subur dijo...

Como para llevarme la contraria... ;P