10 septiembre 2009

... PLASMA CENTRÍFUGO

Te rodea un enorme espacio, aire grisáceo con partículas de diferentes tamaños, aire en el que puedes extender tus brazos y notar las ondas del sonido de las obras. Notas el sol tatuando el polvo en tu cuerpo, notas los labios alicaídos perpetuándose en los rostros de la muchedumbre, notas el ritmo prolongándose en el espacio... y todo ese espacio se vuelve plasma, una burbuja amorfa en la que tu mismo cuerpo se licúa y pierde sus límites.

Tu mente ya no reconoce su entorno, porque hace tiempo que el cambio comenzó a acelerarse tanto que no se recuerda sistema de referencia al que volver. Para qué andar descalza sin rumbo, pudiendo alzar las velas del mundo. Para qué rebajar la condena si así sólo te ahogan las penas. Para qué echar perfume que encubra tu vida si así sólo consigues que te escueza la herida. Para qué continuar viviendo deprisa buscando la suerte en el polvillo que pisas. Para qué fusilar el olvido si así te vuelves a poner a tiro. Para qué una tregua de abrazos si así sólo consigues matarte a balazos de soledad. Para qué emborracharte de olvido si te puedes beber lo vivido. Para qué deformar lo que eres si tu mente se expande sin trenes.

Para qué, para nada te sirve una vida varada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El cuerpo humano es una maquina altamente evolucionada,Si echas perfume en una erida escuece,pero cicatriza antes,un pie descalzo es fragil,sufre las desventuras del camino con crudeza y se clavara cualquier cosa que encuentre alla por donde peregrine,pero tambien rozara menos este mundo donde vivimos y te hara ir mas rapido,salir antes de caminos escarpados y por supuesto te te arrancara una fraccion de control, porque:¿para que
quieres controlarlo todo,cuando puedes disfrutar de lo que simplemente pasa?¿para que tener un plan con tantas variables que tenga la consistencia ,casi eterea, de una nube capaz de tapar las estrellas?estrellas que por muy hermosas que sean al menos siempre hay una que te puede marcar el rumbo...

No hay nada mas triste que una ballena varada.