23 octubre 2010

... EL TESORO OXIDADO

Algunas veces, me veo mirando imágenes que me hacen recordar a personas especiales en un momento dado. Me veo viendo lucernarios sobre un manto de verde artificial, protegiendo una piscina... y tu sonrisa me viene a la cabeza. Un sentimiento de calidez me recorre al recordar tus facciones y entonces mis pensamientos se derivan... porque de aquello que en un periodo de mi vida vi tan claro, no queda nada.

Ahora pienso que lo que me ha regalado el paso del tiempo... no me lo hubieses podido dar tú... comparación bastante poco grata... y sin embargo, totalmente real. No acerté al atribuirte soluciones mágicas, ni al dejarme deslumbrar por tus palabras. Y es extraño... y es curioso a la vez. Ya no te quiero, ya no tengo la necesidad de creerme los sueños que flotaban de tus labios hacia mí. Ya no tengo porqué aferrarme a un mundo que nunca llegará. Mundo que nunca llegamos a construir, pero cuyo Big Bang era previsiblemente imparable.

Los sentimientos sólo lo son, si son reales... y si tienes la oportunidad de sentirlos. No se puede hablar de amor en tiempos futuros, ni de futuro en sentimientos de amor. Porque tal y como vienen se van... y tal y como se van, no vuelven.

Siempre he querido lo mejor para ti. He escrito cartas que callaban todo lo que me hubiese gustado decirte y que no te hubiese sido fácil escuchar. He intentado protegerte, como quien tiene un tesoro inalcanzable... y lo único que hacía era engañarme. Porque hay tesoros, que no son para nosotros. Hay tesoros que parecen la pieza perdida... y que no son más que una mera ilusión. Hay tesoros de los que nos alejamos sólo por el bien de ellos... para no estropearlos. Hay tesoros que creemos que son nuestros... pero no son más que hologramas.

Sabes que te quiero... pero no como tú anhelas, ni como anhelarás.

12 octubre 2010

... OLIENDO CARICIAS

Ensayo y error, en eso consisten algunos momentos de nuestra vida... aunque esto nos supere una y otra vez. Y sin embargo... yo no quiero que me quieras como yo te quiero, porque como tú me quieres me llenas mucho más. Yo no pido que pidas lo que yo pido, pero si me lo pides, no dudaría en dártelo sin rechistar. Yo no te quiero con el gusto y con el tacto, como por obligación, si no con los cinco sentidos... oliéndote, mirándote, escuchándote, saboreándote y tocándote.

No pretendo que vueles si no tienes alas. No quiero que hables por decir cosas que me puedan alagar. No deseo que me prometas lo imposible, ni que me consigas lo inalcanzable.

Pero no quiero más barro pegado en mi piel, ni soñar con casas perfectas. No quiero más que despertarme con el olor de tu pelo en mi almohada. No quiero más que tropezarme con la suavidad de tus labios en cada mirada que me cruce contigo. No quiero más que dormirme en la calidez de tu pecho, escuchando el suave toquetear de tu corazón... para así poder respirar a nuestro son.

He vivido en una casa sin ventilar durante muchos años... y si quieres, abro la puerta. Y si me pides el mundo, lo pongo a tus pies. Y si me pides una imagen, te hago una película. Y si prefieres un susurro, te canto una canción a media voz. Y si necesitas una mirada de apoyo furtiva, te dedico todo mi repertorio.

Ojalá supieras lo que vales. Ojalá supieras todo lo que hay en tu interior y de lo que tantas personas carecen. Ojalá algún día pueda hacerte ver lo especial que eres. Ojalá pueda tratarte con la delicadeza que te mereces. Ojalá seas tú el que el día de mañana me recuerde lo que le dice el pollo al pato.

09 octubre 2010

... LLOVIENDO NOSTALGIAS

Hay cosas que es mejor no ver... cosas de las que es mejor no darte cuenta, porque seguramente sólo las veas tú. Y quizás eso las haga mucho más especiales, dejando ver que por parte de la otra persona no son intencionadas...

¿Puede ser que sigas viviendo en el subconsciente de alguien sin que esa persona se dé cuenta? ¿Puede ser incluso que las afinidades sigan de forma paralela, incluso cuando quieres hacer por separarte de ellas? ¿Podría ser que, por mucho que te empeñes en negarlo, haya personas que deben converger?

Y pensando esto, abaneo la cabeza y vuelvo a la realidad, esa en la que el diluvio universal visita las calles de Madrid. Esa en la que no puedes decir la verdad de lo que tu corazón grita día a día. Esa en la que sin más se va hacia adelante, por no mirar hacia atrás.

Me pregunto si algún día dejarás de estar ahí. Si tu recuerdo se irá y si tú no volverás. Me pregunto si es que soy yo la que no quiere echarte de mi lado y porqué. No fuiste ni el primero, ni el más permanente... no hay una explicación para que me sigas acompañando en mi viaje... y aunque la hubiera eso no solucionaría nada.

Siempre pensé que si te tuviera más lejos, simplemente te irías borrando, te irías disipando como se disipan las ondas. Pero tú eres más como esas manchas de grasa que nunca se van, esas que ni siquiera recuerdas por qué te gustaron, que llegaron a ti por ser escurridizas y atrayentes.

A ver si mi cabeza se despeja con las lluvias torrenciales... y te vas un poquito a la mierda... y yo también.

04 octubre 2010

... PARA NO VER EL FINAL

Llegaste... sin saber ni cómo, ni cuándo... pasando ante mí, como tantas veces he visto pasar a otros, sin saber cómo diferenciar a lo bueno, de lo mejor. Sin quitarme mi coraza de latón con la que me enfrentaba cada día al mundo. Sin querer conocer principios, transcursos, ni finales.

Pero todo tú... todo tú eres... asombrosamente sorprendente. Un eclipse ante mis ojos que sólo me permite sentir calor. Una enorme alfombra de pelos por la que dejarse absorber al final del día. Una manta gordita y sedosa que te envuelve mientras observas la nieve cuajar. Un mar de caricias por plumas recién perdidas al volar. Un mundo nuevo que descubrir mientras veo su reflejo en tus ojos. Un huracán de experiencias que conocer de la mano de tus labios.

Todo es fácil a tu lado. No hacen falta puertas de atrás. Todo se impulsa con la rapidez con la que corren los minutos al perderme en ti. No hacen falta respuestas metafísicas. Todo vuela cuando lo llevas de la mano. No hacen falta más blues llorosos.

Irradias sinceridad, amor, bondad... y con tanto sentimiento real, en mi interior no me importaría que te fueras si eso te hiciese sentir bien. No me importaría que me dejases en la misma calle que un día te encontré. Total... ya no puedo sentir más dolor del que ya he acogido. Porque todo dolor tiene una inquietud que lo mueve... egoístamente. Y yo ya no necesito sufrir más por mí... ya me tengo muy vista.

Debería estar prohibido pensar si quiera en los finales cuando se acarician los comienzos. Y eso sería a su vez como prohibirnos a nosotros mismos... a nuestros miedos, o a nuestras dudas... por eso no me da miedo confesarte que no hace falta que me claves puñales, no necesito morir para no ver el final; por eso no me da miedo confesarte que preferiría que no me dejases desangrándome si llegado el momento empiezo a agonizar; y por eso he de confesarte que si caes en el error de hacer caso a mis torpes palabras, no podremos distinguir qué delirios son mayores, si los míos o los tuyos.

Y envuelta en este mar de nieblas de distintos colores, sabores y olores... escucho un murmullo lejano que me es ajeno, pero que presiento que es para mis oídos. Dice algo de dejarse... algo de callarse... algo de no pensar. Todo lo contrario a lo que en mi fortaleza se estila: controlarse, meditar y preocuparse... serán los aires del sur, que refrescan mi mente y me recuerdan que no hay nada que hayamos vivido demasiadas veces, no hay nada que sepamos, no hay ningún final que podamos predecir, no hay ninguna experiencia que poder conocer sin tenerla.

Será que los aires del sur tienen razón, y no hay nada a tu lado que pueda haber vivido ya.