Lo apuntas todo... porque te da la sensación de que ya no retienes nada. Cierras los ojos... porque te da la sensación de que ya no ves nada. Te paras... porque te da la sensación de que puedes torcer una esquina y torcerte tú también.
Hay personas que sólo ocupan su rincón en tu vida. Hay otras que se han convertido en alguna de las piezas que ayudan a que tu mundo funcione. Otras llegan, y se apoderan de la rótula más importante... que habías dejado vacía, aunque las importantes de verdad se lo ganan desde abajo. Será que él se quedará en el cuadro de mandos hasta que llegue alguien que realmente se merezca el puesto... o será que él hará por ganárselo con todas la de la ley.
Quienes crecen cerca de las vías saben que la tristeza y la alegría viajan en el mismo tren. Saben que en algún lado del caballo de acero, la locura y la cordura hacen el amor en el coche cama. Saben que la amistad y la indiferencia se ríen de los revisores a los que les hacen jugarretas. Saben que el odio y el amor pelean por ganar la siguiente partida de póquer en el casino.
Todo lo malo y lo bueno caben dentro de este papel... el mismo que un día, mientras lo sostenga en mi mano, el viento me arrebatará. Hoy parece que nunca se va a apagar el sol y sin embargo la nostalgia flota en el salón. Hay cosas que no se ven si no cierras bien los ojos... pero cuanto más avanza el día más abiertos los quieres tener.
Sé que en el tren de mi vida la locura arrojará a la cordura a las vías, que el amor engañará al odio con la indiferencia y que la amistad se quedará sin nadie con quien hablar cuando todos se bajen en la siguiente parada. Hoy sólo veo problemas en mi andén... casi que prefiero viajar con el tren vacío. Arranco y me voy... quiero imaginarme que todo va bien en vez de tener la certeza de que sólo me quedan elementos a los que enfrentarme.
Querías ver el mundo... pues está debajo de tu piel.
Hay personas que sólo ocupan su rincón en tu vida. Hay otras que se han convertido en alguna de las piezas que ayudan a que tu mundo funcione. Otras llegan, y se apoderan de la rótula más importante... que habías dejado vacía, aunque las importantes de verdad se lo ganan desde abajo. Será que él se quedará en el cuadro de mandos hasta que llegue alguien que realmente se merezca el puesto... o será que él hará por ganárselo con todas la de la ley.
Quienes crecen cerca de las vías saben que la tristeza y la alegría viajan en el mismo tren. Saben que en algún lado del caballo de acero, la locura y la cordura hacen el amor en el coche cama. Saben que la amistad y la indiferencia se ríen de los revisores a los que les hacen jugarretas. Saben que el odio y el amor pelean por ganar la siguiente partida de póquer en el casino.
Todo lo malo y lo bueno caben dentro de este papel... el mismo que un día, mientras lo sostenga en mi mano, el viento me arrebatará. Hoy parece que nunca se va a apagar el sol y sin embargo la nostalgia flota en el salón. Hay cosas que no se ven si no cierras bien los ojos... pero cuanto más avanza el día más abiertos los quieres tener.
Sé que en el tren de mi vida la locura arrojará a la cordura a las vías, que el amor engañará al odio con la indiferencia y que la amistad se quedará sin nadie con quien hablar cuando todos se bajen en la siguiente parada. Hoy sólo veo problemas en mi andén... casi que prefiero viajar con el tren vacío. Arranco y me voy... quiero imaginarme que todo va bien en vez de tener la certeza de que sólo me quedan elementos a los que enfrentarme.
Querías ver el mundo... pues está debajo de tu piel.
1 comentario:
La vida es enfrentamiento. En la vida, aparte de Suiza, hay pocas cosas neutrales. La luz no es neutra, basta que añadas o quites un objeto para que varíe la luz de un lugar. Todo afecta.
El enfrentamiento, el poner frente a frente, enfrentar, hacer frente. Qué cosa tan aparentemente negativa o agresiva, y sin embargo qué natural, qué obvia. Pues qué son dos sino el enfrentamiento de uno y uno.
Si te quieres ver en el espejo te tienes que enfrentar, ponerte frente a él. Encararte, dar la cara ... pero de frente ¡siempre de frente! Enfrentarse a la vida es enfrentarse a todo lo que nos ofrece; Enfrentarse a la noche y enfrentarse al día, enfrentarse al tren y enfrentarse a las vías.
Todo tiene dos lados, el anverso y el reverso. Anverso viene del latín Anteversum. Ante quiere decir... ¡de frente! y versum es la palabra. Sólo haciendo frente, ves lo que está escrito en la cara de la moneda.
Sólo haciendo frente sufrirás y gozarás. Sufrir también es sentir. Si sientes es porque estás vivo. Si quieres sentir, tendrás que aceptar las dos caras de la moneda, sentirás gozo y lo contrario. Pero ante todo, lo importante es sentir, sentir que vives, sentir que sientes.
Siente, y siéntelo siempre. Porque llegará el día en que no puedas sentir más. Ese día en vez de sentirlo lo lamentarás, no pierdas tu oportunidad.
LG. Álvaro Bonet
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