12 diciembre 2010

... CRISTALES ROTOS

Todos necesitamos jugar con el destino... echarle un pulso para saber de ante mano si lo que deseamos se va a cumplir... o simplemente dejarle decidir a la casualidad si hacemos ciertas cosas o no... porque, al fin y al cabo, ¿no es todo una secuencia de absurdas casualidades?

Me extraña que nunca lo hayáis hecho... una de esas de... si cuando salga del portal no me cruzo con nadie, es que voy a tener un buen día... o de esas de... si en siete segundos viene el revisor, es que tengo que llamar a esa persona que no me quito de la cabeza... y así dejas que los acontecimientos dirijan tu vida... nada descabellado, teniendo en cuenta que muchas veces hacemos ciertas cosas porque hemos tenido un buen día o no.

Se me antoja pensar que las conexiones casuales se nos amontonan... y somos nosotros los que decidimos darles mayor importancia a unas que a otras. Se me antoja pensar que los dos sabemos lo que hay entre nosotros... aunque a veces queramos aparentar que no hay tal.

Quiero pensar que es gracioso, que cuando yo no quiero saber de ti, a ti no te parezca necesario, y que cuando tú necesitas espacio... yo no. He vivido esta situación antes... una de esas en las que el momento parece que nunca llega aunque exista cierta predisposición entre las dos partes... te contaré cómo acabó... no sé nada de él desde hace ocho años... no sé ni lo que estudió, ni dónde, ni si trabaja, ni si sigue viviendo en la casa de sus padres... y creo que es probable que si me lo cruzase, no lo reconociese... otro amor de mi vida olvidado... uno de tantos...

Así somos tú y yo, dos desconocidos que no sabemos nada el uno del otro. Dos desconocidos que no quieren estar juntos en este mundo, sabiendo que mucho tendrán que cambiar las cosas para vivir en otro universo que les permita compartir vivencias... dos desconocidos que un día creyeron que eran tal para cual... y que al día siguiente despertaron de su sueño. Dos siluetas que parecen encajar, pero que nunca han pensado en limar asperezas. Dos frutas situadas en la cima del árbol, que esperan que alguien tenga el ojo de recogerlas para fundirlas en una mezcla de sabores. Dos niños que jugaron a ponerle nombre a su futuro, como si así fuese a hacerse realidad...

Siempre he pensado lo mismo de este elixir que vamos sazonando poco a poco... que está hecho para reposar... para dejarlo olvidar... y para finalmente, fermentar... siempre he pensado que nuestro vino, será vinagre cuando queramos disfrutarlo... porque el tiempo en el mundo real, no corre a la misma velocidad que en nuestro universo empático.

Y lo más extraño de todo es que, cuando vuelvo a mi mundo... no me importa perder el nuestro... porque realmente, creo que no está hecho para existir más allá del interior de nuestro corazón... entre otras cosas, porque ninguno de los dos queremos nada de él que no sea mera ilusión.

11 diciembre 2010

... ESPERANZAS SUSPENDIDAS

Es posible que cada uno de nosotros formemos parte de una cadena de sentimientos... ya no digo amor, ni odio, ni rencor... sino sentimientos. De tal forma, que nos podemos enlazar en infinitas relaciones casuales... generando una estela de emociones que envolvería la tierra como una madeja de luz.

Una línea fugaz e intermitente que sólo algunas veces nos deja distinguir lo que es real de lo que no. ¿Son los sentimientos reales? ¿Son nuestras prioridades? ¿Es nuestro pasado algo a recordar? ¿o es más importante el presente? ¿Somos nosotros alrededor de lo que gira nuestro mundo? ¿Son las premisas que nos han sido impuestas? ¿Nuestros intereses?

En realidad, son tantas las variables que se encuentran en nuestras vidas... que intentar despelucharlas... no es más que un juego de cojines de plumas rotos por las sacudidas. Sacudidas que parecen descubrirnos nuevos horizontes y no hacen más que llenarlo todo de una nube de pelusa. Nubes que, dependiendo desde el punto de vista que se miren, pueden ser una diversión de niños o una gamberrada malintencionada.

Abre los ojos e intenta ver por un momento hacia dónde vas... compáralo con dónde te gustaría llegar... párate... ¿de verdad crees que no eres capaz de rasgar un camino nuevo entre la maleza para cambiarlo? ¿o es que simplemente no eres capaz de orientarte? Estás en uno de esos momento en los que no importa ni cómo, ni porqué... sólo sabes que tiene que ser... sólo sabes que hay que tirar hacia adelante... que no tiene sentido mirar para atrás... porque lo que pasó no se puede cambiar ya...

Siempre mordiendo el polvo por frustraciones externas. ¿De verdad las cosas no se pueden cambiar? Y yo que creía que nosotros estábamos en constante cambio... y yo que creí que éramos evolución a cada paso que dábamos... aunque es cierto que es demasiado esperar... el ser humano es de esos que necesita vivir al compás de un vals... un, dos, tres... un, dos, tres... un, dos, tres... dando vueltas alrededor de una idea primigenia, pero nunca llegando a ella... mejor no tocarla, no vaya a ser que no tenga el tacto que nos esperábamos... mejor no cogerla, no vaya a ser que no tenga el peso que nos esperábamos... mejor no sentirla, no vaya a ser que alcancemos lo que hemos soñado.

Mejor no tener esperanzas, eso es de ilusos. Mejor no soñar, eso es de niños. Mejor no ser feliz, eso es de tontos. Mejor no amar, eso es de irracionales... Pero no soy capaz de creerme frases hechas por personas que ni conozco, ni conoceré. No soy capaz de vivir en un mundo impuesto...

Porque al final, la niña tonta irracionalmente ilusa que vive en mí ha perdido tantas batallas... se ha ahogado tantas veces... la han callado tantas manos... que ya no tiene ni voz de ni voto... ¿eso es lo que queremos?

07 diciembre 2010

... MUNDOS INTERMINABLES

A los que nos gusta tanto estar perdidos por la vida... se nos hace extraño encontrar a alguien que, de forma paralela, sigue un garabato semejante en la lejanía. Alguien con una silueta difuminada, que descubres como una sombra latente por el rabillo del ojo. Alguien a quien conoces y tu mundo se para. Alguien cuya inclusión en tu vida, se rodea de premisas generadas... no pensadas... con las que reconocer a ese ente especial.

Podrías tenerlo delante, saber que es esa persona y, aún así, revolcarte en dudas y contradicciones. Todos lo hacemos. O quizás, sólo tú y yo. Sumergida en un mundo de destellos y guiños casuales, fui fabricando en mi universo un tú... que algún día aparecería y que lo cambiaría todo... un tú que no generaba en mí, ni la milésima parte de las sensaciones conexionadas que tú consigues en mí sólo con mirarme... un tú que lo volvería todo más fácil, todo más sedoso... a mí más sonriente, y a mis ojos más brillantes. Es entonces cuando empiezas a caminar con la mirada perdida... anhelando encontrar algo... pero sin saber cómo, ni cuándo, ni nada...

Lo vas reconociendo poco a poco. Una mirada cruzada... una intención... no hacen falta palabras, ni caricias... Y prefieres no pensarlo porque ya es algo que está en tu mente... ya es algo de lo que no te puedes desprender.

Fuerzas magnéticas que tienden a atraerse sin poder ser controladas. Situaciones naturales que convergen irrefrenablemente. Y los dos lo ven pasar... sin poderlo manejar. Y, entonces, piensan. Craso error. Piensan en su mundo envolvente. Piensan en sus circunstancias anteriores. Piensan en sus miedos. Piensan en ellos por separado... y entonces, lo marchitan.

Flores que estallaran de hermosura y al ser tocadas por la racionalidad humana se vuelven polvo desperdigado por el viento. Senderos por los que sembrar esperanzas al caminar que sólo reciben sal espolvoreada. Mundos de brillantina, quemados por su necesidad de controlar.

Y sin embargo, ahí siguen, con la misma frescura. Un universo que se revitaliza conforme suceden cosas en su interior. Un universo en el que, cuando crees que has llegado al final, caes por un agujero y vueles al punto medio de su construcción, con la diferencia de que, desde ese punto pasado, puedes generar nuevos futuros.

Es la historia interminable, la tuya y la mía, la de nosotros dos, la nuestra... la de dos desconocidos a los que mirar como si fueran uno... la de dos personas que han generado un universo paralelo en el que alojarse... un universo hecho a su medida, con todo aquello que ellos necesitan... la mirada de él + la mirada de ella.

Un universo ficticio, sin tiempo real, donde se suceden las sensaciones a velocidades irreales. Un universo de remolinos de mariposas, montañas de golosinas, caminos de hormiguitas. Un universo de escalofríos, relámpagos y mareos. Un universo para dejarse llevar. Un universo que poder parar, y al que volver cuando lo necesites. Un universo que se va apropiando de ti y sin el que no quieres seguir.

Pero algunas noches, cuando el miedo ronda los cristales empañados de tu esfera, necesitas volver al mundo en el que las ciudades gritan y las personas se tropiezan, necesitan volver a un sitio donde poder ver tu esfera con objetividad... un mundo que no la entiende, pero que la envidia. Un mundo que la aleja por creerla demasiado buena. Un mundo que la rechaza, porque no es capaz de ver lo que hay en su interior.

04 diciembre 2010

... EL HADA DE MI VIDA

Y entonces me di cuenta. No me he encontrado a mí misma... por lo menos, no he encontrado una yo que sea diferente de la que estaba contigo... porque, en realidad, sigo haciendo las mismas cosas los fines de semana, sigo escuchando la misma música y sigo teniendo los mismos hábitos de dormir... y de comer... Lo único que ha cambiado, es que ya no necesito hacerlo contigo.

Antes pensaba que tenía que encontrar las cosas que me gustaban hacer a mí... sin que tú las hubieras influido... deshacerme de "nuestra vida"... y tonta de mí, no me daba cuenta que, igual que tú estabas en mí, yo estaba en ti... y que eso se traduce en que, las cosas que te di, no tengo porque vivir sin ellas...

Es extraño cómo vamos avanzando en nuestro camino... no damos grandes pasos cuando queremos... sino sin darnos cuenta, sin más... viendo una película, escuchando una canción, contándole a una amiga lo que sucedió... Damos pasos que nos sorprenden, cuando el camino se nos muestra lo más tranquilo posible... damos pasos sin quererlo, y miramos atrás para comprobar que de verdad es tan grande como sospechamos.

Me encantan mis nuevos fines de semana, porque me recuerdan lo mucho que me quiero. Ya no me recuerdan con quien no estoy, ni lo que podría estar haciendo que no hago, ni la inmensidad de la ciudad en la que vivo.

Me encantan mis fines de semana... porque es entonces cuando puedo estar conmigo.

... TELÉFONOS COLGADOS

Te llamo... y cuelgo. No era contigo con quien quería hablar. Puede que en mente no tenga las cosas claras, pero en mi interior lo siento tan vivo...

No es algo que pueda racionalizar. No es algo que deba pensar. Las cosas llegan, sin que imaginases que ni siquiera pudieran funcionar. Y entonces, dejas de ser transparente para convertirte en agua... líquido fluido, que no tiene más adornos que lo que él mismo es. Y así me muestro ante ti. Nadie más me ha conocido así nunca. Y créeme, nadie más... tan intensamente.

Normalmente siempre te preocupa aquello que va a pensar la otra persona de ti. Te colocas cada mechón del pelo. Te pones los vaqueros que mejor te sientan... todo listo y preparado para el rodaje de tu vida. Pero tú... sólo tú eres quien me ha visto íntegramente detrás de las puertas de mi camerino. Sólo tú me conoces sin preocuparme del maquillaje, de la luz o de la humedad.

No es que no te valore, y por ello no me importe lo que tú opines de mí. Es porque si no te agrada lo que ves... no eres real... o dejémoslo en que me habré equivocado de dirección. Pero tienes razón... me han surgido extrañas comisuras alrededor de la boca... llamadas quizá sonrisa, alegría, comodidad, emoción... Todo eso que siento mientras hablo contigo.

Es cierto que debería hacer ciertas cosas bien... que me reprimo... por respeto a ti y a quien tú consideres oportuno... Y estonces me paro y me doy cuenta de que en realidad, te he prejuzgado desde que te conocí... siempre manteniendo la esperanza de cómo tenías que ser... o de lo no que no ibas a hacer.

Y, al final, yo no sé de ti más de lo que me enseñas... como en una video conferencia ficticia desde ártico al punto base de investigación. Y eso no me preocupa nada, porque no dejas de ser más que un sueño... un sueño que, de no cumplirse, siempre podrá seguir en mi cabeza...

Te llamaría... pero no creo que deba hacerlo.

29 noviembre 2010

... CENIZAS MOJADAS

Es posible que no sea capaz de amar. Es posible que no sepa... o que simplemente me haya acostumbrado al ardor de las heridas... puede que yo me lo busque... puede que me quede día tras día aquí a ver como mi cuerpo se quema y se va convirtiendo en cenizas.

Hay días que no te importa... porque en realidad sabes que lo has hecho mal... y que darías lo que fuera por ser tú la que llora entre la almohada y las sábanas... darías lo que fuera por remediar el daño que has hecho.

Fui evitando la verdad... porque no quería verla. Fui rechazándola, como si así en mi interior pudieran volver a resurgir determinados sentimientos. Fui mirando hacia adelante pensando que, de dejarme cosas por el camino, alguna fuerza magnética conseguiría devolvérmelas.

Desgárrame la piel si así consigues dejar de atormentarte. Húndeme bajo un manto de desprecios si así consigues reconfortarte mínimamente. Estruja mis lágrimas si así las tuyas dejan de herirte con cada gota. Hubiese hecho lo que fuera por evitar lo que ha pasado. Te hubiese comprado la luna y las estrellas. Te hubiese acogido en mis brazos cada día al llegar la noche si así tus penas se hubiesen convertido en alegrías.

Sé que no lo he hecho bien. Yo nunca dije que supiese. Sé que no he estado a la altura. Yo nunca dije que pudiera estarlo. Sé que esperabas mucho más de mí. Yo no sabía a lo que me enfrentaba. Noto ríos salados por mis mejillas... y sé que son del dolor que siento al pensar en ti. Noto como la saliva se me acumula en la entrada de mi garganta y no me deja tragar. Noto como me falta el aire y mis brazos pierden fuerza.

No sabía lo que hacía, no creía que hiciese nada malo. Sabes que me retractaría de mis palabras si con eso consiguiese que te sintieses mejor... como ya ha pasado antes. Pero tú tienes razón, ese no es el camino.

Me quedo en la orilla... quizás porque mis rodillas han decidido no responder. Cuando cese la tormenta ya me plantearé lo que hacer.

28 noviembre 2010

... RESURGIMIENTO

La Navidad no nos llega a todos por igual. Hay quien la vive cada año. Hay quien simplemente la ve pasar. Hay quien reniega de ella hablando de mercantilismo y comercialización… pero, ¿por qué no decirlo? La Navidad es la única época del año en la que a la gente se le ablanda el corazón.

Puede que el espíritu navideño me haya llegado por primera vez este año. Puede que me haya dado cuenta de que… nos queda tanto amor por dar… y tanta gente que está necesitada… puede que ya no me importe lo rebuscada que se me antojan las personas con las que trato diariamente… puede que, por fin, vea que simplemente lo que ellos son, no es lo que soy yo.

Puede que haya abierto el baúl en el que metí todos mis resentimientos, esos que no ves pero están en el fondo del corazón. Puede que me haya liberado de mis opresiones personales, del deber, del tiempo, del momento adecuado, de lo correcto, de lo lógico… para simplemente dar paso a sentimientos gratos que se han ido desgastando con el paso de riñas, decepciones, despedidas… sentimientos que son pisoteados día a día hasta que no eres capaz de verlos. Sentimientos que todos creemos que son la base de nuestra personalidad… pero que con los años se van decolorando.

Muchas veces no basta con rodearte de gente con interiores puros, sino que es necesario estar dispuesta a verlos. Puedes imaginar que no son turbios… pero no eres capaz de dejarte contaminar… mientras, lo único que absorbes son multitud de clichés… falsas acciones que te hacen sentirte dentro del círculo navideño.

No creo que la Navidad sea un engaño… ni siquiera una forma de mercado… no mientras nosotros creamos en ella… no mientras seamos capaces de conservar sentimientos puros en relucientes vitrinas… no mientras seamos capaces de creer en ti, en mí, en nosotros. Porque todo puede ser mejor cuando todos colaboramos…

Todos queremos algo por Navidad… pero All I want for Christmas is you.

... REBUSCANDO EN LA BASURA

Algunas noches pienso, que no es tu recuerdo el que vuelve a mí, sino yo, que nunca dejé que se fuera... y con las mismas, pienso que es un recuerdo para acurrucar entre mis manos y nunca dejar escapar.

Sólo viene para atormentarme... de dos en dos meses... sólo viene a recordarme las ilusiones que tenía contigo... sólo a recordarme nuestra afinidad... sólo a decirme que ese tiempo nunca volverá. Pero ni contigo, ni sin ti. Porque, he de reconocer, que eras de esas personas con las que cada minuto es especial... con las que los días pasan tan deprisa, que nada puede detenerlos mientras tú los miras desde tu nube.

Y cuando pienso en ti, no pienso en tu yo actual... esa persona me resulta extraña y poco menos que irreconocible... pienso en lo que fuiste... pienso en lo que eras a mi lado... ese es el único yo tuyo que conozco... ese yo de ojos azules y brillantes, que en alguna otra ocasión volví a ver entre bambalinas, muy de refilón. Ese otro yo tuyo que no ha vuelto a aparecer en público desde que se alejó de mí.

Puedo intuir que tu yo actual me aburriría y, muy probablemente, me resultaría pedante... porque en realidad, aunque no sé quién eres ahora... conozco todos tus yos... todos los pasados y los presentes, todos los de facto y los hipotéticos... porque sé qué tipo de animal eres... sé cómo piensas...

De todas las cosas que me aturden, esa es la más patente... me nubla el pensamiento pensar que dos personas con una alta afinidad no podrán convivir más... aunque no me malinterpretes, porque seguramente eso sería lo último que yo querría.

Porque, estoy casi convencida, de que lo que quiero no es a ti... sino al tú que es a mi yo presente, como tú lo eras a mi yo pasado. Quiero al tú que me leía la mirada y me ahorraba largas conversaciones explicativas... al tú que me alteraba tanto, porque lla pasaión que sentía por él no era cuantificable... quiero al tú que me apaciguaba con su voz cuando tenía días tontos... quiero al tú que me pertenece...

Aunque, en realidad lo que me gustaría, es poder dejar de pensar en ti para cerrar los ojos e irme a dormir.

23 noviembre 2010

... PRESENTE COTIDIANO

Todo pasa en un momento y en un lugar determinados. Hay quien piensa, incluso, que por una razón determinada... aunque eso suponga intuir que las relaciones intrapersonales ya están desarrolladas antes de suceder, y que nosotros únicamente las llevamos a término.

Sin embargo, muchos piensan que tienen el futuro en sus manos y que, dependiendo de la opción que elijan, reestructurarán un nuevo presente... como si fueran los dueños de su futuro, como si nadie los manejase, como si no se viesen influidos por convicciones sociales, falsas moralidades o comportamientos esperados.

Creemos en lo que necesitamos creer, generando nuevos mundos en los que podríamos lucir mejor que en éste. Te preguntas si estás haciendo lo correcto... como si eso fuera importante. Pregúntate entonces si estás haciendo aquellas cosas que te hacen sentir viva. Pregúntate si te encuentras bien contigo misma. Pregúntate si cada día que despiertas desearías estar en otra franja horaria, en otro clima, en un espacio con una luz distinta.

Pregúntate si eres feliz deseando día tras día lo que no puedes tener. Pregúntate si esos deseos no son de una yo tuya que ya no te acompaña. Mírate. Dime si es así cómo deseabas que todo transcurriera. Párate. Asegúrate de que eres consciente de los pasos que estás dando.

Te sientes como tantas otras veces, al principio de un camino que debes recorrer, sin preguntarte si quieres o no, porque eso es lo que te toca. Sin tiempo para diferenciar lo que está bien de lo que está mal, mientras estás casi segura de que la respuesta a "si esto es lo que te llena" no es lo que te interesa ahora.

Vuelve a mirarte. Vuelve a pararte. Te has olvidado de preguntarte si sientes algo. Será que te has sumergido tanto que tus sentimientos no llegan a tu consciencia.

Sólo te queda mirar al frente, mientras suena una canción a lo lejos, sin sentido, pero certera. Sin motivo, pero real. Porque los sentimientos no son racionales. Porque aquellas palabras que sonaban huecas un día, hoy las sientes tú... a dos a la vez... qué me estás contando...

Pero tú sigues aquí. Y sabes dónde estás. Y sabes lo que has elegido.

17 noviembre 2010

... NAUFRAGIOS MIMÉTICOS

Puede que sea cierto, puede que lleve 4 meses viviendo de una realidad intocable. Puede que lo mejor de esa realidad sea que nunca vamos a poder vivirla y que sólo está dentro de ti y dentro de mí. Pero también puede que, de no ser vivida, se disipe como el calor de mi tazón de chocolate al dejarlo en la mesita.


¿Realmente es necesario revivir un sentimiento que no es real para sentirse inquieto por dentro? ¿Realmente es necesario regodearse en recuerdos futuros? ¿Realmente hay que posponerse para retomar con más intensidad?

He hecho muchas tonterías en los últimos años... que simplemente prefiero asumir mirando al frente y sin darle muchas vueltas. Pero cada una de esas tonterías, me ha llenado... de lágrimas o de sonrisas... pero no me ha dejado indiferente. Cada una de ellas me ha recordado que hay algo por lo que levantarse cada día... mi subjetividad. Yo soy yo misma... con circunstancias que vienen impuestas o buscadas... pero yo misma, porque al final, soy yo la que decido qué camino tomar.

Pero tú... tú nunca me has dejado pensar ni decidir. Tú siempre por delante de mí. Tú siempre priorizado en mis deseos. Mi mundo se aturde y el día titubea, como si cada palabra fuese a generar un futuro presente diferente, como si en cada frase me jugase mi destino. Pero peor era saber cómo ibas a reaccionar antes de verlo. Peor era notar como tus contestaciones eran las mismas que si yo te contestase a ti. Peor era pensar que yo era igual que tú... Peor es darte cuenta de lo que tienes delante y que simplemente nunca podrás tocarlo.

Te he oído decir que nuestras circunstancias eran distintas... las tuyas siempre más complejas, por supuesto... y yo sonreía... porque sabía que eran las mismas... cierto que yo las viví en otro momento, cierto que no fueron con las mismas personas... pero también cierto es que sólo podemos enfocar las situaciones de la misma manera... dime tú por qué... no tendrá nada que ver con que lo veamos todo tras los mismos ojos... no tendrá nada que ver con cómo somos... sólo una misma persona en realidad.

Sonrío cuando me doy cuenta de que me previenes sobre situaciones de las que ni siquiera sabes mi postura. Sonrío al pensar que yo lo siento exactamente igual que tú... porque a mí mi espacio no me lo quita nadie... porque yo también fui otra persona amoldada a alguien... porque yo también tuve que volver a ser yo para encontrarme... porque yo también quiero una mirada cruzada que me haga saber cuándo es el momento.

Y ahora me paro y pienso. Tú y yo no somos iguales... porque yo sigo creyendo en la bondad de la gente, en el altruismo, en el sentimiento puro que no busca beneficio propio... primero de psicología me dices... puede que alguien te entienda a ti... puede que alguien me entienda a mí... pero sólo tú y yo podemos entendernos a nosotros dos juntos...

Y entre tanta tontería, me pregunto qué estarás haciendo hoy... espero sólo que estés bien.

16 noviembre 2010

... HURACANES DESTERRADOS

No lo he hecho por ti... lo he hecho por mí. Porque, en realidad, lo que he sentido y escrito es mío, y no tuyo, por mucho que lo releas... y porque dejarte ir debería ser algo natural... tan natural como dejar pasar el tiempo.

Me cansé de escuchar susurros de ilusiones imaginarias, vacías de contenido, sin base en la que poder levantarse. Me cansé de repetirte lo palpable que podría haber llegado a ser, sin ninguna reacción por tu parte más que patentes elevaciones de tono. Me cansé de cruzar palabras en conversaciones sordas que ninguno de los dos era capaz de desgranar.

Me hacía gracia ver cómo cada uno era capaz de tergiversar más y más las palabras del otro. O cómo podíamos enfadarnos sin tener motivo, simplemente porque los dos queríamos la misma cosa que no teníamos. O cómo nos sorprendíamos sonriendo en medio de una discusión... porque en realidad estábamos haciendo lo que deseábamos.

Y sin embargo... ahora estoy más en calma que nunca, en un mar donde no poder oír tus llamadas, ni leer tus sms. En un mar donde poder estar sola con quien quiero estar... que no eres tú.

Dices que tú eres el único que siempre ha querido lo mismo desde el principio... yo también he querido lo mismo siempre... ser feliz.

10 noviembre 2010

... FRESAS AMARGAS

¿No me puedes decir que todo va bien con un tono más animoso? ... No, no con lágrimas en los ojos. Será que tienes razón cuando dices que tu radar femenino falla. Será que no quieres ver lo que te estoy diciendo.

Me desgarra hablar contigo, y al hacerlo, pienso en alejarme de ti, para que tus palabras hirientes no puedan tocarme. No quiero sufrir por querer... no quiero que te quieras más a ti que a mí. Tú no te das cuenta, pero has sido tú el que me ha empujado a otras manos, tú con tus palabras que van a mundos vacíos que no piensan ser poblados.

Sepárate y no vengas. No quiero oír tus dudas. No quiero oír tus aventuras futuras. No quiero oír un presente inexistente que no hace más que clavárseme para luego retorcerse en la herida. Tú no lo ves, porque ahora sólo sabes pensar en ti. No lo ves porque sólo te enfocas hacia lo que tienes que hacer. Todavía no te has dado cuenta de que el día que de verdad pienses que soy tan importante, no lo dudarás.

Y te aseguro que mientras titubeas... no quiero flotar en tu cielo estrellado. No quiero que me recojas de mi balcón para volar juntos entre nubes que sólo me dejan caer al vacío. Como quien camina sobre arenas movedizas, como quien se agarra a un mástil elástico... del que ves venir el golpe que te va a devolver.

Siempre te quejas de que te digo cosas que no son agradables de escuchar... yo nunca me he quejado. Y me callo, siento el trascurrir cálido de una gota salada por mi mejilla... y te digo eso de: no te lo digo para que te duela.

Si lo que quieres es que sea a medias, pasando por mi camino sin nadie que me dé lo que tú me das... no hace falta que te esfuerces tanto... yo ya lo soy. Si lo que quieres oír es que no tengo interior si no es contigo… no hace falta que te esfuerces tanto… tú te llevaste mis sentimientos contigo. Si lo que quieres es que sea tuya… no hace falta que me hagas tanto daño… yo ya lo soy.

09 noviembre 2010

... FRUTA OTOÑAL

Ya no me acordaba de lo que es sentirse en calma. No me acordaba de cómo era saber que si algo pasase, puedes tirar de teléfono y contar con alguien. Ya no me acordaba de lo que es ser con alguien... ni de lo que es amar.

Me había olvidado de lo que es dejar que te quieran. De lo que es que te abracen antes de un viaje. De lo que es que te cojan la mano para agradecerte cualquier tontería. De la sensación de paz que tienes en tu interior al encontrarte con él.

Me he pasado tanto tiempo echando a gente de mi vida, que ni siquiera sabía cómo dejar la puerta entreabierta. Manías que cogemos con los años... apagar las luces, dejar las persianas medio levantadas, cerrar las puertas...

Sé lo que siento y que no es nada vivido anteriormente, porque no me veo capaz de describirlo con palabras. Noto como las líneas se vuelven transparentes al escribirlas... porque no le hacen ni un poquito de sombra a lo que late en mi interior. Nada que yo pueda explicar, haría entender lo que en realidad siento por dentro.

Vivía sin ti, sin saber que existías, creyendo que no eras necesario y que faltaba mucho para que lo fueras. Y como la mayor parte de las creencias... ésta también era errónea.

No hace falta que te diga esas cursilerías de que te regalo mi corazón, ni que la primavera es más florida con tu mirada en el horizonte... porque cuando mi mano se posa sobre la tuya, me vuelvo aire, transparente, y pierdo mis propiedades terrenales.

Simplemente, soy sentimiento.

07 noviembre 2010

... POLVO DE HADAS

Lo peor es que te echo de menos. Que sé que no hay nada entre nosotros, pero que echo de menos oír tu voz. Que sé que tú ya no piensas en mí, pero que echo de menos tus manos acariciando la parte baja de mis brazos y fundiendo tus dedos entre los míos.

Lo peor es cuando me dices que pensaste en llamarme pero que no lo hiciste. Lo peor es ver que a la hora que lo pensaste yo estaba despierta... a veces haciendo cosas, a veces acordándome de ti. Lo peor es saber que mi noche hubiera sido mejor de haber tenido esa llamada. Lo peor es que me duela pensar en ti porque no debería por respeto a él.

Lo peor es cuando escucho melodías, haciéndoseme el corazón agua. Lo peor es saber que hay una carta para ti sobre mi impresora A1 desde el 30 de Septiembre que me niego a enviarte, por no querer afrontar lo que dice en ella. Lo peor es que ni siquiera me atrevo a volver a leerla por lo que sus palabras me puedan revivir.

Lo peor no es no verte, ni no tenerte al lado, ni no escuchar tu voz. Lo peor es aparentar que nadie eres ya. Lo peor es saber que cuando tu energía me llega... soy tres veces más persona, por ti, por mí y por nosotros dos juntos. Lo peor es saber que me sigue temblando el cuerpo al pensar en ti.

Mi alivio es no saber de ti, no saber qué haces, ni con quién estás. Mi alivio es pensar que ya habrás conocido a otra y que nuestras conversaciones se van diluyendo en las nubes. Mi alivio es engañarme... sabiendo atormentada, lo que en realidad estoy haciendo.

Desde que te conozco llevo alejándome de ti, luchando contra una fuerza imantada que me resulta doloroso controlar. Desde que te conozco, te olvido. Desde que te conozco mis órganos se han convertido en lágrimas y no hacen más que martirizarme. Desde que te conozco no quiero pensar en ti, porque todo pensamiento tiene el mismo fin.

Le he preguntado a él si no quería saber para quién eran mis palabras... y él me ha dicho que no eran para nadie. A mí también me gustaría pensar así, pero por alguna razón, las dos lágrimas que tengo detrás de los cristales de mis gafas, no me dejan verlo tan claro.

Quiero pensar que lo que tanto quiero no es más que algo que me imaginé que podría llegar a ser, pero que no es real. Quiero pensar que eres polvo de arcilla que guardar en una cajita... aunque yo sepa que, lo que en realidad eres, es polvo de hadas.

Pero tú, igual que yo, sabes que la hadas mueren al no creer en ellas.

23 octubre 2010

... EL TESORO OXIDADO

Algunas veces, me veo mirando imágenes que me hacen recordar a personas especiales en un momento dado. Me veo viendo lucernarios sobre un manto de verde artificial, protegiendo una piscina... y tu sonrisa me viene a la cabeza. Un sentimiento de calidez me recorre al recordar tus facciones y entonces mis pensamientos se derivan... porque de aquello que en un periodo de mi vida vi tan claro, no queda nada.

Ahora pienso que lo que me ha regalado el paso del tiempo... no me lo hubieses podido dar tú... comparación bastante poco grata... y sin embargo, totalmente real. No acerté al atribuirte soluciones mágicas, ni al dejarme deslumbrar por tus palabras. Y es extraño... y es curioso a la vez. Ya no te quiero, ya no tengo la necesidad de creerme los sueños que flotaban de tus labios hacia mí. Ya no tengo porqué aferrarme a un mundo que nunca llegará. Mundo que nunca llegamos a construir, pero cuyo Big Bang era previsiblemente imparable.

Los sentimientos sólo lo son, si son reales... y si tienes la oportunidad de sentirlos. No se puede hablar de amor en tiempos futuros, ni de futuro en sentimientos de amor. Porque tal y como vienen se van... y tal y como se van, no vuelven.

Siempre he querido lo mejor para ti. He escrito cartas que callaban todo lo que me hubiese gustado decirte y que no te hubiese sido fácil escuchar. He intentado protegerte, como quien tiene un tesoro inalcanzable... y lo único que hacía era engañarme. Porque hay tesoros, que no son para nosotros. Hay tesoros que parecen la pieza perdida... y que no son más que una mera ilusión. Hay tesoros de los que nos alejamos sólo por el bien de ellos... para no estropearlos. Hay tesoros que creemos que son nuestros... pero no son más que hologramas.

Sabes que te quiero... pero no como tú anhelas, ni como anhelarás.

12 octubre 2010

... OLIENDO CARICIAS

Ensayo y error, en eso consisten algunos momentos de nuestra vida... aunque esto nos supere una y otra vez. Y sin embargo... yo no quiero que me quieras como yo te quiero, porque como tú me quieres me llenas mucho más. Yo no pido que pidas lo que yo pido, pero si me lo pides, no dudaría en dártelo sin rechistar. Yo no te quiero con el gusto y con el tacto, como por obligación, si no con los cinco sentidos... oliéndote, mirándote, escuchándote, saboreándote y tocándote.

No pretendo que vueles si no tienes alas. No quiero que hables por decir cosas que me puedan alagar. No deseo que me prometas lo imposible, ni que me consigas lo inalcanzable.

Pero no quiero más barro pegado en mi piel, ni soñar con casas perfectas. No quiero más que despertarme con el olor de tu pelo en mi almohada. No quiero más que tropezarme con la suavidad de tus labios en cada mirada que me cruce contigo. No quiero más que dormirme en la calidez de tu pecho, escuchando el suave toquetear de tu corazón... para así poder respirar a nuestro son.

He vivido en una casa sin ventilar durante muchos años... y si quieres, abro la puerta. Y si me pides el mundo, lo pongo a tus pies. Y si me pides una imagen, te hago una película. Y si prefieres un susurro, te canto una canción a media voz. Y si necesitas una mirada de apoyo furtiva, te dedico todo mi repertorio.

Ojalá supieras lo que vales. Ojalá supieras todo lo que hay en tu interior y de lo que tantas personas carecen. Ojalá algún día pueda hacerte ver lo especial que eres. Ojalá pueda tratarte con la delicadeza que te mereces. Ojalá seas tú el que el día de mañana me recuerde lo que le dice el pollo al pato.

09 octubre 2010

... LLOVIENDO NOSTALGIAS

Hay cosas que es mejor no ver... cosas de las que es mejor no darte cuenta, porque seguramente sólo las veas tú. Y quizás eso las haga mucho más especiales, dejando ver que por parte de la otra persona no son intencionadas...

¿Puede ser que sigas viviendo en el subconsciente de alguien sin que esa persona se dé cuenta? ¿Puede ser incluso que las afinidades sigan de forma paralela, incluso cuando quieres hacer por separarte de ellas? ¿Podría ser que, por mucho que te empeñes en negarlo, haya personas que deben converger?

Y pensando esto, abaneo la cabeza y vuelvo a la realidad, esa en la que el diluvio universal visita las calles de Madrid. Esa en la que no puedes decir la verdad de lo que tu corazón grita día a día. Esa en la que sin más se va hacia adelante, por no mirar hacia atrás.

Me pregunto si algún día dejarás de estar ahí. Si tu recuerdo se irá y si tú no volverás. Me pregunto si es que soy yo la que no quiere echarte de mi lado y porqué. No fuiste ni el primero, ni el más permanente... no hay una explicación para que me sigas acompañando en mi viaje... y aunque la hubiera eso no solucionaría nada.

Siempre pensé que si te tuviera más lejos, simplemente te irías borrando, te irías disipando como se disipan las ondas. Pero tú eres más como esas manchas de grasa que nunca se van, esas que ni siquiera recuerdas por qué te gustaron, que llegaron a ti por ser escurridizas y atrayentes.

A ver si mi cabeza se despeja con las lluvias torrenciales... y te vas un poquito a la mierda... y yo también.

04 octubre 2010

... PARA NO VER EL FINAL

Llegaste... sin saber ni cómo, ni cuándo... pasando ante mí, como tantas veces he visto pasar a otros, sin saber cómo diferenciar a lo bueno, de lo mejor. Sin quitarme mi coraza de latón con la que me enfrentaba cada día al mundo. Sin querer conocer principios, transcursos, ni finales.

Pero todo tú... todo tú eres... asombrosamente sorprendente. Un eclipse ante mis ojos que sólo me permite sentir calor. Una enorme alfombra de pelos por la que dejarse absorber al final del día. Una manta gordita y sedosa que te envuelve mientras observas la nieve cuajar. Un mar de caricias por plumas recién perdidas al volar. Un mundo nuevo que descubrir mientras veo su reflejo en tus ojos. Un huracán de experiencias que conocer de la mano de tus labios.

Todo es fácil a tu lado. No hacen falta puertas de atrás. Todo se impulsa con la rapidez con la que corren los minutos al perderme en ti. No hacen falta respuestas metafísicas. Todo vuela cuando lo llevas de la mano. No hacen falta más blues llorosos.

Irradias sinceridad, amor, bondad... y con tanto sentimiento real, en mi interior no me importaría que te fueras si eso te hiciese sentir bien. No me importaría que me dejases en la misma calle que un día te encontré. Total... ya no puedo sentir más dolor del que ya he acogido. Porque todo dolor tiene una inquietud que lo mueve... egoístamente. Y yo ya no necesito sufrir más por mí... ya me tengo muy vista.

Debería estar prohibido pensar si quiera en los finales cuando se acarician los comienzos. Y eso sería a su vez como prohibirnos a nosotros mismos... a nuestros miedos, o a nuestras dudas... por eso no me da miedo confesarte que no hace falta que me claves puñales, no necesito morir para no ver el final; por eso no me da miedo confesarte que preferiría que no me dejases desangrándome si llegado el momento empiezo a agonizar; y por eso he de confesarte que si caes en el error de hacer caso a mis torpes palabras, no podremos distinguir qué delirios son mayores, si los míos o los tuyos.

Y envuelta en este mar de nieblas de distintos colores, sabores y olores... escucho un murmullo lejano que me es ajeno, pero que presiento que es para mis oídos. Dice algo de dejarse... algo de callarse... algo de no pensar. Todo lo contrario a lo que en mi fortaleza se estila: controlarse, meditar y preocuparse... serán los aires del sur, que refrescan mi mente y me recuerdan que no hay nada que hayamos vivido demasiadas veces, no hay nada que sepamos, no hay ningún final que podamos predecir, no hay ninguna experiencia que poder conocer sin tenerla.

Será que los aires del sur tienen razón, y no hay nada a tu lado que pueda haber vivido ya.

24 septiembre 2010

... ORIGINAL O RÉPLICA

Y cuando menos te lo esperas sucede… y sucede coincidiendo con la firme intención de negar que fuese a pasar. Te chocas con alguien, aún queriendo esquivarlo. Alguien con quien preferías no tener relación, no por él, si no por ti y por tu otro yo.

Y entonces te rindes a la evidencia. Te rindes teniendo que reconocer que hacía tiempo que no te dolían las mejillas de sonreír tanto, sabiendo perfectamente cuando fue la última vez que te pasó eso. Te rindes notando como tu mente se dispersa con la velocidad del hidrógeno contenido, sabiendo perfectamente cuando fue la última vez que te pasó eso. Te rindes sintiendo como por dentro nace un sentimiento irradiante, sabiendo perfectamente cuando fue la última vez que te pasó eso.

Sin embargo, sabes que el original y la réplica no son comparables. Pero también sabes que las réplicas conllevan menores responsabilidades, quizá porque si un día deja de agradarte, siempre te quedará pensar que con el original todo será diferente.

Y, siendo inevitable, ves como los acontecimientos te encaminan a adherirte a la misma situación que, en otro momento, no creías que tuviese mucho sentido. Quizá porque querer y amar son sentimientos distintos, aunque muchas veces no los podamos diferenciar. Se quiere con el tiempo, en parte con la cabeza y en parte por las experiencias acumuladas. Se ama con pasión, sin necesidad de conocer todos los entresijos, ni de desnudar a la otra persona para saber cómo es… se ama por intuición.

Las buenas experiencias son aquellas en las que se ama… aún no importándote si la otra persona siente lo mismo. El querer llega… a veces anunciando la muerte de la pasión, anunciando que el sentimiento es más racional que anteriormente.

Seguramente por eso te dije que te quería, porque en mi interior noto como, de lo que fue, sólo quedan palabras que en algún momento tuvieron sentido, pero que, al no materializarse, pierden toda su fuerza.

No quiero plantearme si es mejor querer a alguien que has amado, o decidirte a querer a alguien que sabes que no puedes amar. Y al no querer planteármelo, reconozco que tenías razón, y que es perfectamente posible tener sentimientos cruzados, porque no están situados al mismo nivel. Y quizás entonces me pregunto en qué nivel estoy yo y en cuál está ella… y quizás en ese momento me pregunto en qué nivel estarás tú y en cuál estará él.

Supongo que esto es lo que tenía que suceder desde el principio, lo que tú creías que era real. Y sin embargo, hay algo de esta situación que sigue sin convencerme… quizás porque el orden de los factores suele alterar el producto en la vida real… quizás porque, en mi caso, la situación se desencadena consciente de lo que está sucediendo e intuyendo en lo que podría terminar.

Hay quien cree que las situaciones pasan en un momento y en un lugar, porque eso es lo que tiene que pasar… lo que, en cierto modo, implica que la historia ya está escrita. No sé porqué te llamé entonces, diciéndote que pueden pasar cosas que no podemos evitar. No sé porqué a los dos días eso se había materializado y estaba sucediendo, aún sabiendo que yo no lo quería. No sé a dónde lleva todo esto… pero me siento como si te hubiese dado la espalda y no quisiese oír tu voz. Me siento como si me hubiese traicionado a mí misma… como si hubiese traicionado aquello que me ha hecho volver a creer. Me siento como si estuviese obrando mal… pero sé que si obrase correctamente, sólo quedaríamos mis pensamientos y yo para verlo.

Y ahora no sé que es lo correcto, ni lo bueno, ni lo que hay que hacer, ni cómo debiera actuar. No sé si le estoy mintiendo a él, a ti, a mí o a todos. No sé nada... pero sé que tengo la verdad en mi corazón.

23 septiembre 2010

... A LA DÉCIMO QUINTA

Algunas veces se cruzan personas en tu vida que mientras veías venir, aparentaban poseer la belleza de una estrella fugaz, y sin embargo, al pasar a tu lado, ves como lo único que son capaces de hacer es arrasar con lo que dicen acariciar.

Y mientras pasan, te ciegan... y sin vista te dejan durante un tiempo. Crees que has aprendido que no debes prejuzgar... pero no quieres dejarte quemar una y otra vez. Así que optas por alejarte de aquellos meteoritos que no saben controlar su viaje... por lo menos aquellos que ya conoces y sabes como funcionan. Optas por no dejar que te abrasen.

Y no sabes ni cómo ni porqué, esas personas que antes desarrollaban su vida sin que tú existieses... un día se les da por "querer saber de ti"... como si fueses de esas personas a las que les agrada acercarse a lugares en llamas... sólo por comprobar si te quemarán o no.

No oculto ni mis pensamientos ni mis sentimientos. Quien me cae mal, lo sabe, y quien me agrada, lo nota. A quien prefiero ver de lejos, se lo digo claramente, y con quien me gusta quedar, lo hago lo más a menudo que puedo. Me gusta que al expresar claramente no querer tener una relación con una persona, ella me escuche y, aunque sea por décimo quinta vez, me haga caso y se separe de mí. Pero después de cierto tiempo, te percatas de que esas personas que no quieres tener cerca, porque no te hacen ningún bien, nunca te escucharán... y que el único modo, será dejar de hablar con ellos.

Sé que no es mi estilo, pero realmente... eres cansino.

22 septiembre 2010

... MADEJA DE HILOS

Se me fue. Se me va. Se me irá. Cuando te conocí y, aún sabiendo tus circunstancias, las obvié como si ciertas situaciones no fuesen conmigo. Cuando verbalizo lo que siento y se me ocurre decir que sólo quiero que tú seas feliz, no importa ni como ni con quién, y mucho menos si ese quien soy yo o no, sólo me importa tu felicidad. Cuando te vuelva a llamar en condiciones no permitidas, aún sabiendo que no debiera hacerlo, cuando te diga lo que pienso sin callarme nada, aún sabiendo que ni a ti ni a mí esa situación nos beneficia.

Ese momento en el que no quieres nada, no tienes una intención... si no que simplemente te dejas llevar por lo que sientes. Y encima oigo palabras tuyas... que sólo puedo negar de lo ciertas que sé que son y de la certeza tan profunda que tengo de que, que sean verdaderas, no hará más que dolerme.

Nunca te haría elegir, porque yo sólo quiero que tú estés bien... y tengo la suerte de que, que suceda eso, no implica que yo tenga que estar mal. Sólo necesito escuchar tu voz de vez en cuando... escuchar que cada vez que me oyes es igual... aunque eso sea sólo una forma de negar que el tiempo pasa.

Palabras que salen de tu boca que me encantaría que me sonasen mucho más vacías de lo que me suenan, mucho más falsas. Pero me las creo todas. Aunque mientras hablas te lo niego y te digo que no son ciertas. Es lo único que sé decir para evitar sentirte más.

Un sentimiento que no es amor, que no es querer y que ni siquiera es pasión. Es tener la seguridad de que lo que viste un día sería el amor más puro que nunca has sentido... si no fuera porque no hay un presente. Es tener la convicción de que lo que sentiste desembocaría en el querer más lleno que nunca has imaginado... si no fuera porque no te han dejado tener más. Es tener la sensación de que lo que fue... no se merece que lo nombre si no es en tu presencia... porque sin ti se queda en palabrería barata.

Todo esto, todo tú, es no tener nada. Y ese nada se me antoja ahora lo más preciado que tengo. Porque sólo tu vacío me hace sentir viva. Porque sólo tus vibraciones me hacen flaquear. Porque todas mis respuestas son tuyas. Porque todo tú podrías ser yo.

12 septiembre 2010

... VERDADES DE ALGODÓN

Siempre he pensado que no se podía ser rencorosa si la memoria no te daba para ello. Y siempre he entendido que las personas quieran mantener una amistad cuando otras cosas se dejan atrás. Supongo que en determinadas situaciones también comprendo que prefieran no hablar de verdades, por lo que eso les pueda doler. Y entiendo también que a veces hagas como que algo no ha pasado, y no vuelvas a hablar de ello.

Y al ver todo eso, no me reconozco. Antes creía en la visceralidad, en el todo o nada, en el para mí o para ti. Y cuando vas viviendo determinadas situaciones, piensas que quizás la vida no tenga porqué sentirse tanto... que tu tiempo ya no está para hablar de acontecimientos cuya aclaración no resolverá nada... que quizás es mejor vivir en una nube de suposiciones donde la certeza de la verdad se antoja más sincera que la realidad.

Te veo... y entiendo tu comportamiento egoísta, pero entiende tú también que yo no quiera aprobarlo. No tengo remordimientos... no necesito tener conversaciones superficiales que aparenten un falso fraternalismo para sentirme mejor... no necesito beber mentiras de algodón de azúcar.

Pero cuando tengo que hacerlo, y sólo lo hago para que tú te sientas reconfortado, recuerdo que hay determinados corazones que no son limpios, y que es mejor que no me acerque a ellos en demasía. Recuerdo que sólo quieres mi amistad para limpiar tu conciencia. Y guardo a aquellos que me van demostrando día a día que todo en ellos es bondad... y quizás no bondad infinita, pero sí bondad hecha para mí. Porque al final, no hay personas universalmente buenas, si no que hay personas buenas para nosotros... o para otros.

05 septiembre 2010

... PIEDRA, PAPEL O TIJERA

Hay situaciones a las que por más que les des vueltas... siempre sale cruz. Da igual todo lo que hagas para llenar su cajita de recuerdos correspondiente, porque al final tendrás que cerrarla de todas formas. Mejor echarlo a piedra, papel o tijera.

Tuve una época en la que no me importaba echar a volar porque sí, porque... ¿por qué no? Simplemente despegar para descubrir nuevos momentos planeando sobre el tiempo. Sorprendiéndome detrás de cada nube, con cultivos nuevos que investigar y a los que entregarse. Cultivos que a veces, por no medir bien los recursos, acabé asolando. Cultivos que, con el tiempo, me revelaron que nunca se habían recuperado. Pero, como tú fuiste la primera que los abandonó después del desastre, ni siquiera lo sabías.

Y al pararte un instante y mirarte las manos que cultivan tu presente, caes en que ni siquiera te gustas a ti misma. Te gusta lo que cultivas, y para quién lo haces. Te gustan todos los animalillos que corretean entre tus amapolas. Pero miras tus manos, y no te agradan... incluso, algunas veces, ni siquiera te gusta cómo tocan, cómo sienten, o cómo les haces sentir a otros. Siempre has sido un desastre, un desastre con encanto... que no es lo mismo que ser un desastre encantador.

Así que un día, te enfrentas al más penoso infinito y a la más dura verdad. De tanto querer estar sola, un día lo estarás porque ya no quedará nadie que quiera estar a tu lado. Nadie que haya entendido ni aguantado tu forma de actuar. Nadie a quien le agrade esa pasividad con la que te enfrentas a las personas. Nadie que quiera coger trenes en soledad mientras tú prefieres mirarlo en la lejanía, caminando con tu macuto de penas. Y eso no es protegerlos, es echarlos.

Supongo que no sé coger trenes porque mi realidad no entiende de palabras, ni llamadas, ni acercamientos, ni sobornos, ni lástimas... sólo entiende de acciones y movimientos... aunque esa no sea una realidad a compartir... pero eso ya da igual.

03 septiembre 2010

... EN BLANCO

No creo que fueras el futuro amor de mi vida. No creo que hubiera funcionado... y no es por nada en concreto, si no meramente intuición que, al final, es lo único que nos queda.

Creo en ti. No siempre creo en mí. Pero no creo en un nosotros. Realmente no sé muy bien nada... pero ahora no busco, ni espero, ni anhelo, ni encuentro. No creo en nada de lo que he dicho en los últimos años de mi vida. No creo en sentimientos, ni en palabras, ni en acciones desencadenadas. No creo en nada programado, ni inducido.

Estoy como papel blanco. Creo que he tirado mis libretas de experiencias y controversias. He desechado mi afán de predecir y de saber lo que va a suceder en una hora, mañana y el mes que viene. He dejado de mirar hacia atrás para poder anticipar el porvenir. Ahora soy atemporal.

No importa ya ni quien, ni cómo, ni porqué. El espejo en el que constantemente me miraba se ha roto y ahora sólo hay aire. Supongo que para desprenderme de ciertos sentimientos sólo necesitas acumular otros en exceso... acumular hasta que el frasco quiebra y al derramarse, nada queda dentro de él.

Ya no siento, ni padezco. Ni me importa, ni hago porque lo haga. Ni sé, ni quiero saber. Siempre queriendo controlar el presente para saber que había un ahora y un después... para saber qué era lo que deparaba.

Ya no hay penas, ni males, ni dolores pasados, ni presentes. Ahora no hay nada. Y eso no hace que no me sienta viva... si no que me sienta libre.

Todo eso que se dice sobre que el amor es lo que nos hace felices o desdichados. Eso que se dice sobre que es el sentimiento más importante... el amor no es nada... no es nada que nosotros no queramos que sea. Sólo es importante para quien lo desea, porque cree que en algún momento lo tuvo. Y seguramente esa persona ni siquiera lo ha vivido de verdad, si no que lo conoce más de idealizaciones, de oídas, o de pequeños momentos que si fuesen eternos serían amor. Personas que dicen morir de amor, mientras mueren en sí mismos y en sentimientos egoístas.

No sabemos nada. Ni lo que queremos, ni lo que tenemos, ni lo que esperamos.

Nunca seas el slogan de nadie, porque tú eres poesía.

31 agosto 2010

... ALMAS GEMELAS

Quizás no necesitamos a alguien que sea igual que nosotros para ser felices. Quizás no necesitamos a alguien que entienda todo lo que decimos antes de pronunciarlo. Quizás no necesitamos a alguien que guarde recuerdos idénticos a los nuestros. Quizás no necesitamos conocer nuestros límites. Quizás llevar las posibilidades más allá de la magnitud media no sea lo óptimo. Quizás lo que todos necesitamos es alguien que nos equilibre y nos sitúe en nuestro punto medio, lo que fue denominado como virtud.

Porque... si estamos locos, ¿debemos llevar nuestra locura al límite? Si nos gusta soñar, ¿debemos volar entre nubes sin fin? Si nos gusta descubrir, ¿debemos viajar infinitamente para encontrar a cada paso algo sorprendente? ¿Debemos vivir intuyendo o intuir que vivimos? ¿Debemos mejorar enamorándonos o enamorarnos de las mejoras? ¿Debemos reaccionar amándonos o amar las reacciones?

Es muy posible que lo que valoremos en la personas sea su pureza, relativizando ésta a nuestra escala personal. Lo que perseguimos en la gente podría ser aquello de lo que nosotros estamos carentes y que tanto anhelamos ser. Un estallido que no tiene porqué ser instantáneo, que en un momento destruye dos elementos para hacerlos renacer en uno solo. Pura química que busca lo especial de lo sublime, sabiendo que ser normal no es una virtud, si no una falta de valor.

Perseguimos sentimientos de los que hemos oído hablar y que nadie ha podido tocar. Perseguimos sueños que ni siquiera creemos alcanzables, pensando que por creer, nada se pierde. Perseguimos metas con las que poder pasar al siguiente nivel. Perseguimos días completos que nos hagan sentir llenos. Perseguimos el paso del tiempo, como si eso nos fuera a proporcionar un futuro mejor que el presente.

Y es extraño porque, en el fondo, todos queremos creer que lo que ha de pasar, no es necesario ir a buscarlo, si no que vendrá... como vienen los cometas. Creía tener respuestas, pero últimamente sólo tengo preguntas.

... CONFORME

Hay personas que simplemente no han nacido para estar juntas. Personas que si se unen sólo traen desgracias para otras a las que tocan lateralmente. Pero, ¿hasta qué punto nuestra vida afecta a los que están en nuestro entorno? ¿Realmente tenemos tanto poder de decisión? ¿Realmente existe el efecto mariposa?

Piénsalo bien. Hay algunas cosas que has hecho y otras que en algún momento has dicho, que han supuesto un antes y un después. Hay algunas situaciones por las que has pasado que te han cambiado totalmente... a lo que solemos denominar aprender. Pero por un momento me gustaría simplemente olvidar. Empezar el día de mañana sin tener en cuenta nada que haya podido pasar antes, porque en realidad, lo único que haces así, es perder ocasiones, mejores o peores, pero ocasiones de sentirte viva, al fin y al cabo.

¿Y si la experiencia no fuese más que una acumulación de malas situaciones que lo único que te permiten es prejuzgar tu presente? ¿Y si por un momento dejas de pensar en antiguos errores? ¿Y si por una vez, en vez de decir que hay que ser consecuente, haces realmente lo que deseas? ¿Y si nos olvidamos de los prejuicios?

Qué bonito suena y qué surrealista. ¿Tan complicado es para que nunca nos atrevamos a hacerlo? Será que como mínimo tendríamos que encontrarnos con alguien que pensase igual porque, por alguna razón, no nos atrevemos a escribir nuestra historia solos. Siempre buscamos a alguien... por muy solitarios que digamos que somos.

Y así, seguimos en una vida que más o menos nos ha venido dada. Una vida que no nos disgusta lo suficiente como para decidirnos a cambiarla. Porque realmente, el mayor de los errores, es el conformismo.

30 agosto 2010

... GOTAS DE LLUVIA

No puedo evitar, de cuando en cuando, acordarme de ti. Eres el diamante que ilumina mi noche negra. El reflejo de una luz pasada. La brisa de una sonrisa cálida. Eres un hito en mi vida desde que te conocí, que no me deja recordar nítidamente lo que anteriormente pasó.

Te he dicho que te quiero, más veces de las que has estado dispuesto a escucharlo. Siempre quitándole hierro al asunto, siempre asumiendo que lo que nos une es sólo una amistad. Pero siempre has estado ahí. Recuerdo exactamente lo que me dijiste la primera vez... "yo ya sé quien eres"... como para no enamorarme de tus ojos, de tus labios y de tu corazón.

Me gusta pensar que en alguna ocasión pensaste que yo podría ser algo más en tu rutina. Me gusta pensar que no fui simplemente alguien con quien quedar a tomar unas cañas. Me gusta pensar que alguna vez quisiste más de mí... aunque yo no en su momento no tuviera ojos para ti.

Pero con el tiempo empezamos a creer que lo que no pasó, ya no sucederá. Seguramente eso sea lo que tú crees desde hace años. Sin embargo, alguna noche que otra, abro mi cajita preferida, la que guarda el diamante de tu recuerdo, y veo su resplandor igual de vivo que el primer día.

Y esta pequeña tonta, cada día más vacía y más cobarde, nunca se atreverá a decirte todo lo que sintió por ti. Aunque tú mejor que nadie sabes que, cuando estoy sola, no sola como estoy todos los días, si no como cuando no sé muy bien en qué me he convertido, descuelgo el teléfono y te llamo, con la esperanza de que sepas que eso no quiere decir nada más que te sigo adorando como cuando paseábamos bajo la luna alguna que otra noche.

No siento pena por lo que no fue, si no porque tú nunca valorarás lo que vales para mí... todo tú, más cuarto y mitad de mi corazón.

... SECRETOS COMPARTIDOS

Hay canciones que son de alguien, y no deben ser compartidas. Lugares que viviste con una persona, y que nadie más debería conocer. Palabras torcidas que en algún momento dejaste escapar, que no deberían volver a ser repetidas.

Y hay otra serie de diamantes, que sólo tú relacionas con alguien, que no son de los dos, pero que para ti es como si lo fueran. Hay veces que a una canción de cuna lanzada al aire, te gustaría darle una respuesta vertida al mar que dijese exactamente lo que piensas... y esperas, hasta que encuentras la canción perfecta. Igual que encuentras a una persona con la que te quedarías sin mirar a ningún otro lado... sólo dejándote perder en la profundidad de sus ojos, sólo pensando que su rostro es el que quieres ver en cada amanecer, sólo pensando que su mano es la que quieres coger en cada paseo perdiéndoos en la ciudad, sólo pensando que es su voz la que quieres oír al descolgar el teléfono, sólo pensando que tu corazón late más fuerte cuando cualquier cosa relacionada con él está cerca.

Vente conmigo... pero en lo lejano... porque para mí, eres la canción más bella que mi latir ha oído. La que te hace cambiar el compás. La que te hace mirar de otro color a través del cristal. La que te hace morderte el labio inferior al recordar. La que te hace estremecer para deshacerte en polvo de estrellas. La que te hace ser un nuevo yo. La que te hace dejarlo ir, si sabes que así estará mejor.

Una nueva relación donde yo sé que tú estás ahí y tú sabes que nunca me iré de aquí. Una vez me dijiste que no me podías pedir que te esperase... no hacía falta siquiera que lo mencionases, no pensaba irme a ningún otro sitio sin ti. Podría habértelo explicado todo, sin dejar lugar a ningún tipo de duda. Aclararte cada punto suspensivo, cada contradicción y cada palabra no pronunciada. Pero todos necesitamos que la niebla nos muestre a qué se debe la claridad del día. Todos necesitamos ver que lo que hay detrás no es nada sin más.

Ahora ya lo sabes. Ya sabes que en un puntito de Madrid, señalado con una crucecilla, tienes a alguien a quien llamar siempre que la noche se te haga larga o el día pesado. Ya sabes que tienes un buzón vacío al que enviar palabras escritas sin pensar. Ya sabes que hay alguien que leerá aquello de lo que simplemente necesites deshacerte.

Y es que, al final, no hay nada más hermoso que estar enamorado del amor.

29 agosto 2010

... CONCIERTO BÁSICO

Te muestras impasible a tu entorno, con pequeñas gotas de desconfianza y mal humor. Ves la vida pasar y no entiendes del todo bien las fuerzas atractoras que producen las conductas de la sociedad. Asumes como espejismo la realidad, viendo como puede derretirse tu piel, aún teniendo frío el corazón.

Serán mis defectos personales. Será porque me gustan los pecados capitales, detrás de una fachada dañada por el tiempo. Siempre con esa necesidad de huir sin enfrentarte a las situaciones. Siempre notando el miedo a la incertidumbre expandiéndose por tu interior. Será porque con un buen fondo de batería y un solo de guitarra, todo parece menos dramático.

Me miro, y me veo como una veterana de una guerra perdida antes de empezar. Derrotada en una infinidad de operaciones fracaso con un fin aparente que cada vez se diluye más en la insignificancia. Refugiada en la oscuridad de una resaca inhóspita. Arropada por una burbuja de aislamiento que con el tiempo ha llegado a tener colgados cuadros en su superficie.

Perdón por ser tan simple, tan vulgar. Perdón por decir siempre las mismas tonterías una y otra vez... sólo por no querer decir lo que pienso. Perdón por estar sin decir palabra de lo que la realidad esconde. Perdón por reflejarme, pero no mostrarme. Perdón por intuir un silencio gritado que nunca ha llegado a oírse. Perdón por jugarme tu recuerdo a cara ganas tú, cruz pierdo yo.

Puse mi vida en venta, echándome a navegar sin más... y cuando llegó el momento, amarré mi pequeña embarcación y me dispuse a quedarme varada, sin rumbo, sin brújula y sin orientación. Todo, para nada.

24 agosto 2010

... NOCHE DE CRISTALES ROTOS

Me sorprendí leyendo palabras que podría haber escrito yo... pero que no eran mías. Me sorprendí escuchando fantasías que podrían rondar en mi cabeza... pero que no salían de mi boca. Me sorprendí asimilando palabras agradables... que no creo que fueran mucho más que pura dialéctica aderezada con cuentos de hadas.

Miro a mi alrededor y sólo me encuentro con ojos cansados, que ven su entorno en blanco y negro y que han ido perdiendo el brillo con el paso del tiempo. No entiendo muy bien su cara de extrañeza al ver mi sonrisa. Quizá las personas se olviden de cómo es reír sin más. Seguramente se olviden de cómo es ver la vida desde la esperanza de que cada momento puede ser distinto y mejor que el anterior. Quizá ya no quieran dejarse sorprender.

Sería hipócrita por mi parte afirmar que yo no he perdido energía y que siempre quiero más de todo lo que me rodea. No puedo contarte que me levanto esperando que el día me sorprenda y pensando que quizá sea hoy un día más en el que ayudar a alguien que esté como yo hace un tiempo. Y sin embargo no está tan lejos de la realidad...

Adoro las sonrisas perdidas en el rostro de caminantes anónimos de las calles de la grandes ciudades, esas que te ceden su alegría. Adoro el empeño de los niños al intentar ser el centro de atención haciendo tonterías, esas que nos recuerdan lo bello que es ser inocente. Adoro la mirada penetrante de un desconocido embelesado, esa que te saca los colores y te hace sentir brillar.

No negaré que es probable que muchas de las cosas que escriba sean pensando en ti... en esos momentos en los que mis viajes imaginarios se materializan rozando las teclas. Aún así, me gustaría recordarte que las palabras no se pueden tocar, ni se deben amar y, que muchas, como las que van dirigidas a ti, ni siquiera se pueden hacer realidad.

Mais c'est la vie...