13 octubre 2008

... LOS CEREZOS

Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos, lo que Tokio hace con la luz de la noche o lo que Central Park con NY. Quiero contigo todo lo que no se puede describir y todo lo que me han descrito que no se puede decir. Quiero eso que se ve en los ojos de la felicidad y aquello que se toca en la estación del olvido y el recuerdo. Quiero contigo lo ficticio que te parece estar conmigo y lo real de imaginarme junto a ti. Quiero que existas para poder decirte todo y más sin tener que reinventarte en la oscuridad de mi noche al final de cada día. Quiero poder alargar mi mano para rozarte y no sentir el frío hielo del vacío. Quiero...


Alguien me dijo en la oscuridad de un bar que no hay mayor realidad que aquella que te imaginas y peor imaginación que aquello que vives. Porque aquello que imaginas es lo único que realmente deseas... y aquello que te pasa acaba siendo la fantasía más cutre que nadie hubiera imaginado. Porque nuestra vida debería ser como la vemos en nuestra cabeza y no como la luz nos obliga a percibirla.

Quiero ser un vagabundo tapado por las estrellas de tus ojos, pasear por las estrechas calles que hay entre tus dedos y aspirar el aroma que deja tu cabello al amanecer. Quiero caerme y al levantarme ver tus ojos tirando de mí. Quiero inundar Madrid de lágrimas y que seas tú quien me rescate de la riada. Quiero imaginar esta noche y la que viene, pero nunca tenerte.

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