LLevo escritos muchos artículos tristes. Tantos, que los que no me conocen dirían que soy pesimista. Y no quiero convertirme en una pesimista. Porque siempre se pueden encontrar motivos para estar triste. Pero al igual que el pesimista siempre consigue argumentar su malestar, el optimista no solo defiende su bienestar, sino que contagia de alegría a los demás. Así que hoy querría inundaros de sonrisas. Y llevo un rato pensando en razones por las que sonreir. Dado que no se me ocurre ningún chiste, más que sonreir os propongo razones por las que no estar triste. Porque podeis leer esto. Porque podeis opinar y comentar lo que querais sobre ello. Porque sois libres de decidir que hacer a continuación, en cada momento. Porque aún no habeis visto todo, y no sabeis nada, por todo lo que aún está por llegar. Porque los mejores momentos ocurren cuando no los esperas y mañana puede ser el día. Porque hay mucha gente que os aprecia aunque no siempre se manifieste. Porque a pesar del trabajo y la rutina siempre hay algun instante que lo hace especial. Aferraos a esos instantes.
13 octubre 2008
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