30 octubre 2009

... DOS SON MULTITUD

En realidad, no tiene nada que ver contigo... pero dos han pasado a ser multitud desde que decidiste dejarme sola. Mi alma es como una planta enraizada a un terreno inerte y soy incapaz de buscar música entre todo este ruido que me rodea. Veo cómo camino en un tiempo paralizado, así como si mi mundo fuese la cinta andadora que va a destiempo de las demás. Sin gusto en los pulmones desde que descubrí que simplemente tu olor no es igual en otra persona. Sintiendo cómo el espacio viene y va, ahora que tú no estás.

Tendré que soñar que puedo volar. Tendré que aprender a escuchar de nuevo. Tendré que abrir la ventana para que la suerte entre por ella y perfume mi almohada. Tendré que dejar que la lluvia me enseñe cómo viene y va. Tendré que pensar que soy alguien sin ti, aunque sea transparente. Tendré que temblar cuando la noche llega, aunque sólo sea por sentirme viva. Tendré que reír de nuevo, aunque sólo sea por dejar que el aire entre y salga de mí.

Quiero ser como las olas, como la luna, como una idea, como un estribillo, como un recuerdo, como un espejismo, como un problema por la noche, como un famoso que nadie conoce... quiero existir, aunque sólo sea alguien a quien todos pueden tener y nadie puede guardar.

Me acostumbré a respirar. Me acostumbré a echarte de menos. Me acostumbré a mirar al cielo y no ver cómo me iluminabas. Me acostumbré a no romperme cada vez que me mirabas. Me acostumbré... y ahora veo que no me ha servido de nada.

Y por mucho que crea que nadie más sabe de lo que hablo... en el fondo me gustaría pensar que hay alguien ahí fuera que no me ve tan distinta. Y por mucho que crea que nadie más lee lo que escribo... supongo que siempre me quedarán mis chicas de Reinosa, mil besillos guapetonas!!

10 octubre 2009

... SIN MALETAS

Cuánto se gritó diciendo nada. Cuánto te cegaste al ver la luz. Cuántos cielos viste recordando mi mirada. Cuántas situaciones viviste por no tenerme a tu lado. Cuántas flores te trajeron las mañanas en mi ausencia. Cuántas noches te acariciaron al perderme. Cuántos sueños imaginaste sin quererme a mí. Cuántos corazones se me rompieron al no tenerte. Cuántos mensajes transparentaron en el sentir de mis ojos. Cuántos lamentos ardieron en el fuego de nuestra pasión.

Pongo una piel sobre otra, al saber que el fracaso me arropa. Pongo agua en mis labios, al saber que se resecan aislados. Pongo historias en mi ser, al saber que te fuiste por lo que nunca fui. Hay caminos que hay que andar descalza, por evitar que la arena te entre en los zapatos. Hay mundos que hay que abrazar desnuda, por evitar que las migas se te cuelen en la camisa. Hay océanos que hay que navegar desarreglada, por evitar que el viento estropee aquello que tanto te costó.

Tú no eres el camino, si no los pasos. Tú no eres la pisada, si no la fuerza con la que se hizo. Tú no eres la brisa, si no la energía que mueve el aire.

Si catorce vidas son dos gatos, aún queda mucho por vivir.