08 mayo 2009

... BRISA NOCTURNA

Solita. Sin nadie a quien contarle cómo te sientes en realidad, porque sabes que les podrías preocupar. Sabes que ella sospecha lo que piensas, pero que amablemente no ha preguntado. Sabes que ella se ha dado cuenta de que sonríes cuando se te ve, pero también se ha dado de que pierdes tu mirada en la inmensidad cuando nadie te observa. Eres consciente de que sólo puedes dar las gracias porque chiquillas fantásticas pasan su tiempo contigo y dejan que las escuches. Y tú... tú les hablas con el corazón, pero no te atreves a contarles lo que realmente te preocupa.

Porque es muy fácil escribir en el papel de una nenita que se siente desconsolada. Es muy fácil exagerar sentimientos siendo consciente de que únicamente quieres conseguir que el relato final sea atractivo. Es muy fácil ser actriz en tu propio escenario, muy fácil jugar a la ambigüedad de lo real y lo ficticio... pero cuando el telón se baja... sólo estás tú.

Otras veces has intentado mostrarle a alguien de confianza cómo estás realmente, y has visto su cara de impotencia. Y es cierto que seguramente te gustaría tener a alguien que estuviese apoyándote... y es cierto que no te vas a arriesgar a que nadie lo pase mal por verte así... y es cierto que no te vas a arriesgar a que, al confiar en alguien, te falle. Porque las personas te pueden fallar cuando hablas... pero no te pueden fallar cuando te desnudas.

Cada noche, con la luna, me deshago de mis vestimentas y me quedo mirando al cielo, sin nada que me proteja. Porque el cielo y yo sabemos lo que hay. Él y yo sabemos que cuando la luz se refleja en nuestro satélite, nada me queda a lo que poder agarrarme. Él y yo sabemos que espero sentada, sintiendo la brisa nocturna, anhelando que un velo arrastrado por el viento me cubra y arrope. Ambos sabemos, que hasta que yo no me decida a comprármelo, no llegará por ciencia infusa. Ambos sabemos que por mucho que se desee, las consecuciones de acciones no se desencadenan de la nada. Ambos sabemos... pero ninguno lo diremos, porque el silencio es la única forma que nos queda para poder comunicarnos.

No hay comentarios: