Crees que esos rumores que cuentan que existe, que ronda, que es real... nunca se harán realidad. Has asumido que lo que hay es lo que es, y lo que tienes es lo que ves, y no crees que el resultado sea tan malo como para quejarse... como para quejarse, como para mejorarlo, como para pedirle más a la vida... siempre pegada al suelo, asumiendo que el cielo queda demasiado lejos... y, evidentemente, las circunstancias te acaban por recordar que te estabas despistando.
Qué pasa cuando la realidad supera tus metas, cuando te chocas con una persona de carne y hueso que deja por tierra tus más completos hologramas, cuando alguien te recuerda lo que es un rato realmente agradable. Esos ratos que sabes que tienen que acabar... ese rato que ha durado una hora y en el que llevas pensando tres días... ese rato que no te hace enamorarte de una persona, ni de una situación pasada, ni de algo que podría haber pasado, sino de un convencimiento.
Por conocerte he empezado a pensar que la vida no es caminar esperando que alguien te caiga del cielo, sino saber que ahí fuera hay muchísimas personas por conocer que te pueden hacer sentir aquello que todavía ni tú sabes cómo es. Por conocerte han brotado carcajadas tan sinceras de mi boca, que ni yo misma me habría reconocido al oírme en esa situación. Por conocerte me he vuelto a sorprender llena de energía, de ímpetu y de gratitud. Por conocerte sé que todo debe avanzar por muy detenido que yo pueda creer que está. Por conocerte mi mundo gira de nuevo alrededor de mí misma.
Cerraría mis ojos cada día sintiéndome como cuando tuve la suerte de que estuvieses a mi lado, y las notas de mi partitura se ordenasen formando la canción de mi vida. Me quedo con que la oí una vez... realmente creo que no tengo más que pedir.
Qué pasa cuando la realidad supera tus metas, cuando te chocas con una persona de carne y hueso que deja por tierra tus más completos hologramas, cuando alguien te recuerda lo que es un rato realmente agradable. Esos ratos que sabes que tienen que acabar... ese rato que ha durado una hora y en el que llevas pensando tres días... ese rato que no te hace enamorarte de una persona, ni de una situación pasada, ni de algo que podría haber pasado, sino de un convencimiento.
Por conocerte he empezado a pensar que la vida no es caminar esperando que alguien te caiga del cielo, sino saber que ahí fuera hay muchísimas personas por conocer que te pueden hacer sentir aquello que todavía ni tú sabes cómo es. Por conocerte han brotado carcajadas tan sinceras de mi boca, que ni yo misma me habría reconocido al oírme en esa situación. Por conocerte me he vuelto a sorprender llena de energía, de ímpetu y de gratitud. Por conocerte sé que todo debe avanzar por muy detenido que yo pueda creer que está. Por conocerte mi mundo gira de nuevo alrededor de mí misma.
Cerraría mis ojos cada día sintiéndome como cuando tuve la suerte de que estuvieses a mi lado, y las notas de mi partitura se ordenasen formando la canción de mi vida. Me quedo con que la oí una vez... realmente creo que no tengo más que pedir.
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