... SIN MÁS

Todo pasa tan deprisa. La carretera se hiela, los frenos se bloquean y el coche empieza a girar. Y mientras el coche gira... ves tus últimos días pasar. Y ves la ambulancia llegar, y los demás coches parar. Ves como el motor de un Mercedes echa humo, como el Peugeaut del carril contrario ha quedado aplastado. Y miras a tu alrededor. Y tú estás bien.

A ti no te ha pasado nada, y no crees que sea porque tienes buena estrella. Piensas que la buena estrella es de quien conducía. Y mientras sigues tu viaje recuerdas tus otras dos experiencias de accidentes... y todo parece surrealista. Nada parece que haya sucedido de verdad. Estás bien... y tienes una nueva posibilidad... quizás deberías aprovecharla.

Es extraño porque en las dos últimas semanas has visto tu vida pasar varias veces. Cuando un avión destino China no paraba de moverse y pensabas... estamos demasiado altos... Cuando un chino yonki os seguía por un callejón de noche... Cuando el metro chino empezó a andar con un brazo tuyo dentro y tu cuerpo fuera...

Y sigues sin tener los pies en el suelo... sigues sin ser consciente de que puede que un día ya no veas más. En el fondo no te preocupa... no crees que le pueda importar a muchas personas... no crees que ya nada pueda importar a nadie.