Te aferras a cosas que no tienen ningún sentido e intentas tenerlas... aunque eso no te lleve a nada. Cuando dejas de compartir cosas con alguien, olvidas cuál fue vuestro último beso porque cuando os lo distéis no sabías que no iba a haber más.
Por eso, sabiéndolo, habiéndolo olvidado ya, te atreves a decirle: no recuerdo nuestro último beso, ¿tú lo recuerdas? Y como nadie sabe cuando pasó, te das tu último beso sabiendo que ya no habrá más. Y es este beso (junto con el primero) el que más feliz te hace. No sabes porqué, ni cómo puede estar pasando aquello. Sólo sabes, que en algún momento dejarás de sentir el tacto de aquellos labios, y que algún día llegará que ni siquiera recordarás como rodeaba tu torso cuando se te acercaba. Algún día llegará que no recuerdes sus ojos ni cómo se iluminaban cuando te miraba. Y espero que ese día llegue junto con la razón de por qué esos ojos ya no te quieren mirar más, porque sino... nada tendrá sentido... otra vez.
Por eso, sabiéndolo, habiéndolo olvidado ya, te atreves a decirle: no recuerdo nuestro último beso, ¿tú lo recuerdas? Y como nadie sabe cuando pasó, te das tu último beso sabiendo que ya no habrá más. Y es este beso (junto con el primero) el que más feliz te hace. No sabes porqué, ni cómo puede estar pasando aquello. Sólo sabes, que en algún momento dejarás de sentir el tacto de aquellos labios, y que algún día llegará que ni siquiera recordarás como rodeaba tu torso cuando se te acercaba. Algún día llegará que no recuerdes sus ojos ni cómo se iluminaban cuando te miraba. Y espero que ese día llegue junto con la razón de por qué esos ojos ya no te quieren mirar más, porque sino... nada tendrá sentido... otra vez.
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