Te levantas. Vas a comprar el pan. Haces la compra. Le haces la comida a tu padre. Recoges un poco. Ayer fuiste al parque del Oeste. Fuiste y no se te cayeron las lágrimas. Simplemente te sentaste y notaste como el sol rebotaba en las hojas del otoño. Por primera vez miraste a tu alrededor, y no en tus recuerdos.
La felicidad se encuentra cuando eres capaz de mirarte a ti mismo y no verte a ti, sino ver a los que te rodean. Eres feliz cuando haces cosas por los demás. Tú no eres lo que haces por ti, sino lo que te mueve por ellos. Descubrir que tu fin de semana gira en torno a ti, a lo que puedes hacer, y no a los recuerdos, es cuanto menos, reconfortante. Porque por una vez, llamarás a tu abuela, a tu madre, a tus amigos... y no simplemente estarás pensando. Porque es cierto que el pasado era muy bueno, pero lo que viene puede ser mejor... seguro.
La felicidad se encuentra cuando eres capaz de mirarte a ti mismo y no verte a ti, sino ver a los que te rodean. Eres feliz cuando haces cosas por los demás. Tú no eres lo que haces por ti, sino lo que te mueve por ellos. Descubrir que tu fin de semana gira en torno a ti, a lo que puedes hacer, y no a los recuerdos, es cuanto menos, reconfortante. Porque por una vez, llamarás a tu abuela, a tu madre, a tus amigos... y no simplemente estarás pensando. Porque es cierto que el pasado era muy bueno, pero lo que viene puede ser mejor... seguro.
1 comentario:
Esta es la entrada del blog que más me ha gustado, cuánta razón tiene! Los recuerdos pueden ser muy bonitos, pero son simplemente eso, recuerdos. Cuando empiezas a ilusionarte por lo que va a venir, en vez de echar de menos lo que dejas atrás, es cuando de verdad empiezas a estar en sintonía con el universo.
Debería dejar de ver Amélie cada mes, me está convirtiendo en un sensiblucho jajaja.
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