18 agosto 2008

... LA FELICIDAD

Me gustaría saber quién inventó eso de la felicidad o qué entendemos por felicidad. Para la mayoría el término se refiere a un estado de bienestar infinito independiente de las circunstancias de la persona. Pero en la sociedad actual, bien por comparación con los demás, bien por las necesidades que se nos crean de tipo material e inmaterial, nadie consigue ser feliz. Siempre hay un último producto que comprar, una nueva posesión que obtener, un nuevo reto que conseguir. Nunca somos suficientemente guapos, listos o divertidos y siempre ambicionamos más, cosa, que, por otro lado también nos impulsa a mejorar pero puede llegar a frustrar por la incapacidad de ser perfecto.

Otros considerarían que la felicidad es solo un momento, un instante como el primer beso, el primer polvo o el momento en el que consiguen una meta como el día de su graduación. Ponerse metas y conseguirlas refuerza nuestra autoestima aunque el hecho de haberlas conseguido no debe impedir seguir teniendo otros sueños a realizar.

Para otra gente, su felicidad se reduce a los momentos íntimos con su pareja. El sexo es necesario para el ser humano aunque los miembros de la Iglesia Católica discrepen conmigo. Sentirse deseado, desear y disfrutar son virtudes de la vida que nadie puede negar y que forman una parte importante de la misma.

El dinero se asocia a menudo a la felicidad. Es un tópico el de “El dinero no lo compra todo”, muy cierto, pero parece que vale más el que tiene un coche más lujoso o una casa más grande. Necesitamos comprar ropa nueva cada semana, el Shopping es el mejor modo de pasar el tiempo libre y cada vez necesitamos más cosas sin darnos cuenta. En mi opinión, si tienes alguien que te quiera lo demás sobra.

¿¡La felicidad es estar enamorado!? Puede que el enamoramiento sea ese estado temporal en el que todo te parece positivo y nada malo tiene importancia. Pero el hecho de estar enamorado no es infinito aunque algunos afirmarían lo contrario, y del enamoramiento se pasa a un estado de amor y confianza que sí dura de por vida. El amor nos impulsa, nos mantiene vivos, genera grandes pasiones y momentos, es el sentimiento más fuerte por naturaleza, junto al odio, dos formas de pasión inexplicables e inconmensurables.

Si alguien tiene otra explicación de que es la felicidad o la ha vivido y sabe definirla mejor, que nos lo cuente, pero que nadie diga que es feliz por algo material porque está muy equivocado.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

yo tengo una teoría sobre la felicidad. Puede q sea radical, puede q os parezca absurda...pero es una teoría q no aparece y que quizás venga un poco al hilo de muchas otras entradas del blog.

Antes de nada dejar claro que para mi, la felicidad, como Yo la siento, esta en las pequeñas cosas, en los detalles y en los momentos que compartes con tu gente.

Pero LA FELICIDAD, ese estado al que se supone que todos aspiramos.... alguien ha leido algún texto griego que hable sobre ella? Recuerdo que Platón hablaba de la idea de belleza, pero no había felicidad. no, no la había, y es curioso, porque LA FELICIDAD es una idea en el más estricto sentido platónico: un ideal. Algo que nos pone la sociedad por delante, algo q debemos alcanzar, algo bello y luminoso cmo el sol....que no existe en verdad, o que nunca llegaremos a comprender o sentir.

Pero es una idea muy útil, eso si...que se lo digan a Mc DOnals, CocaCola (la fábrica de la felicidad?) y otro buen puñado de multinacionales. La felicidad vende, igual que los estereotipos: "si tienes esta cocina serás feliz", "Si conducen este coche harán felices a sus hijos".

Yo por mi parte os recomiendo un ejercicio de reflexión: cerrad los ojos e imaginaros ocmo serías felices dentro de diez años. Yo no vi ni una casa ni un coche, ni me vi con un marido estupendo y un tipazo q ni ahora tengo. Y lo que vi me hizo feliz un momento :)

Anónimo dijo...

La felicidad no es conseguir más, sino saber disfrutar y vivir con el menos.

La sensación positiva de la vida siempre he existido, hace unas décadas decidieron colocar el listón de la felicidad muy arriba, y todo para que tuviera sentido un sistema económico de consumo por encima de las necesidades básicas del individuo; lo que recogemos ahora de aquella cosecha se llama frustración colectiva, y cuando alguien logra apartarla un poco de su ser, entonces, y sólo entonces, dice haber encontrado la felicidad.