18 agosto 2008

... LA CADUCIDAD

Los Príncipes Azules tienen fecha de caducidad y ésta está en función del tipo de Príncipe que has decidido tomar o de donde has decidido pillarlo. De este modo, podemos diferenciar los siguientes tipos:

Lácteos: duración entre uno y siete días. Consumirlos con posterioridad pude producir indigestión e intoxicación pasajera, pero todas nos podemos recuperar de eso.

Perecederos: duración entre dos semanas y un mes. Empeñarse en consumirlos posteriormente suele traer encontronazos con gusanos que ya se los estaban camelando y mal sabor de boca, nada que no se supere con otra fruta o con un buen cepillado de lengua.

Cocidos: duración entre un mes y seis meses. Es posible que consigas seguir comiéndotelo durante las siguientes 4 semanas, pero lo único que harás es aumentar tu posterior dolor de estómago. Puede que se te quite el apetito durante dos o cuatro semanas, pero con una nueva dieta sana, lo superarás.

Conservas: duración entre seis meses y año y poco. Tan apetecibles y con los que la cocina parece tan fácil y de confianza que te los quedarías para siempre… hasta que te intoxicas. Suelen producir una falta de apetito de mínimo dos meses (a menos que ya estés muy escarmentada). Advertencia: solemos tener tendencia a recaer en ellos… si no aprendes a diferenciar entre picoteo y asiduidad, acabarás con acidez de estómago.

Congelados: duración entre dos y seis años. Cómodos, fáciles y ricos. Aparentemente tienen todo lo que puedas desear pero como uno te salga malo, te costará volver a confiar en cualquier tipo de comida.

Comida preferida: duración eterna. Nunca te hartas de ella y te parece que no hay nada que la pueda superar. Si la has encontrado, estás de enhorabuena, pero es posible que llegada cierta edad la acabes tomando por rutina y no por placer.

Siempre nos quedará la dieta del helado, tíos fríos y sabrosos.

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