29 noviembre 2010

... CENIZAS MOJADAS

Es posible que no sea capaz de amar. Es posible que no sepa... o que simplemente me haya acostumbrado al ardor de las heridas... puede que yo me lo busque... puede que me quede día tras día aquí a ver como mi cuerpo se quema y se va convirtiendo en cenizas.

Hay días que no te importa... porque en realidad sabes que lo has hecho mal... y que darías lo que fuera por ser tú la que llora entre la almohada y las sábanas... darías lo que fuera por remediar el daño que has hecho.

Fui evitando la verdad... porque no quería verla. Fui rechazándola, como si así en mi interior pudieran volver a resurgir determinados sentimientos. Fui mirando hacia adelante pensando que, de dejarme cosas por el camino, alguna fuerza magnética conseguiría devolvérmelas.

Desgárrame la piel si así consigues dejar de atormentarte. Húndeme bajo un manto de desprecios si así consigues reconfortarte mínimamente. Estruja mis lágrimas si así las tuyas dejan de herirte con cada gota. Hubiese hecho lo que fuera por evitar lo que ha pasado. Te hubiese comprado la luna y las estrellas. Te hubiese acogido en mis brazos cada día al llegar la noche si así tus penas se hubiesen convertido en alegrías.

Sé que no lo he hecho bien. Yo nunca dije que supiese. Sé que no he estado a la altura. Yo nunca dije que pudiera estarlo. Sé que esperabas mucho más de mí. Yo no sabía a lo que me enfrentaba. Noto ríos salados por mis mejillas... y sé que son del dolor que siento al pensar en ti. Noto como la saliva se me acumula en la entrada de mi garganta y no me deja tragar. Noto como me falta el aire y mis brazos pierden fuerza.

No sabía lo que hacía, no creía que hiciese nada malo. Sabes que me retractaría de mis palabras si con eso consiguiese que te sintieses mejor... como ya ha pasado antes. Pero tú tienes razón, ese no es el camino.

Me quedo en la orilla... quizás porque mis rodillas han decidido no responder. Cuando cese la tormenta ya me plantearé lo que hacer.

28 noviembre 2010

... RESURGIMIENTO

La Navidad no nos llega a todos por igual. Hay quien la vive cada año. Hay quien simplemente la ve pasar. Hay quien reniega de ella hablando de mercantilismo y comercialización… pero, ¿por qué no decirlo? La Navidad es la única época del año en la que a la gente se le ablanda el corazón.

Puede que el espíritu navideño me haya llegado por primera vez este año. Puede que me haya dado cuenta de que… nos queda tanto amor por dar… y tanta gente que está necesitada… puede que ya no me importe lo rebuscada que se me antojan las personas con las que trato diariamente… puede que, por fin, vea que simplemente lo que ellos son, no es lo que soy yo.

Puede que haya abierto el baúl en el que metí todos mis resentimientos, esos que no ves pero están en el fondo del corazón. Puede que me haya liberado de mis opresiones personales, del deber, del tiempo, del momento adecuado, de lo correcto, de lo lógico… para simplemente dar paso a sentimientos gratos que se han ido desgastando con el paso de riñas, decepciones, despedidas… sentimientos que son pisoteados día a día hasta que no eres capaz de verlos. Sentimientos que todos creemos que son la base de nuestra personalidad… pero que con los años se van decolorando.

Muchas veces no basta con rodearte de gente con interiores puros, sino que es necesario estar dispuesta a verlos. Puedes imaginar que no son turbios… pero no eres capaz de dejarte contaminar… mientras, lo único que absorbes son multitud de clichés… falsas acciones que te hacen sentirte dentro del círculo navideño.

No creo que la Navidad sea un engaño… ni siquiera una forma de mercado… no mientras nosotros creamos en ella… no mientras seamos capaces de conservar sentimientos puros en relucientes vitrinas… no mientras seamos capaces de creer en ti, en mí, en nosotros. Porque todo puede ser mejor cuando todos colaboramos…

Todos queremos algo por Navidad… pero All I want for Christmas is you.

... REBUSCANDO EN LA BASURA

Algunas noches pienso, que no es tu recuerdo el que vuelve a mí, sino yo, que nunca dejé que se fuera... y con las mismas, pienso que es un recuerdo para acurrucar entre mis manos y nunca dejar escapar.

Sólo viene para atormentarme... de dos en dos meses... sólo viene a recordarme las ilusiones que tenía contigo... sólo a recordarme nuestra afinidad... sólo a decirme que ese tiempo nunca volverá. Pero ni contigo, ni sin ti. Porque, he de reconocer, que eras de esas personas con las que cada minuto es especial... con las que los días pasan tan deprisa, que nada puede detenerlos mientras tú los miras desde tu nube.

Y cuando pienso en ti, no pienso en tu yo actual... esa persona me resulta extraña y poco menos que irreconocible... pienso en lo que fuiste... pienso en lo que eras a mi lado... ese es el único yo tuyo que conozco... ese yo de ojos azules y brillantes, que en alguna otra ocasión volví a ver entre bambalinas, muy de refilón. Ese otro yo tuyo que no ha vuelto a aparecer en público desde que se alejó de mí.

Puedo intuir que tu yo actual me aburriría y, muy probablemente, me resultaría pedante... porque en realidad, aunque no sé quién eres ahora... conozco todos tus yos... todos los pasados y los presentes, todos los de facto y los hipotéticos... porque sé qué tipo de animal eres... sé cómo piensas...

De todas las cosas que me aturden, esa es la más patente... me nubla el pensamiento pensar que dos personas con una alta afinidad no podrán convivir más... aunque no me malinterpretes, porque seguramente eso sería lo último que yo querría.

Porque, estoy casi convencida, de que lo que quiero no es a ti... sino al tú que es a mi yo presente, como tú lo eras a mi yo pasado. Quiero al tú que me leía la mirada y me ahorraba largas conversaciones explicativas... al tú que me alteraba tanto, porque lla pasaión que sentía por él no era cuantificable... quiero al tú que me apaciguaba con su voz cuando tenía días tontos... quiero al tú que me pertenece...

Aunque, en realidad lo que me gustaría, es poder dejar de pensar en ti para cerrar los ojos e irme a dormir.

23 noviembre 2010

... PRESENTE COTIDIANO

Todo pasa en un momento y en un lugar determinados. Hay quien piensa, incluso, que por una razón determinada... aunque eso suponga intuir que las relaciones intrapersonales ya están desarrolladas antes de suceder, y que nosotros únicamente las llevamos a término.

Sin embargo, muchos piensan que tienen el futuro en sus manos y que, dependiendo de la opción que elijan, reestructurarán un nuevo presente... como si fueran los dueños de su futuro, como si nadie los manejase, como si no se viesen influidos por convicciones sociales, falsas moralidades o comportamientos esperados.

Creemos en lo que necesitamos creer, generando nuevos mundos en los que podríamos lucir mejor que en éste. Te preguntas si estás haciendo lo correcto... como si eso fuera importante. Pregúntate entonces si estás haciendo aquellas cosas que te hacen sentir viva. Pregúntate si te encuentras bien contigo misma. Pregúntate si cada día que despiertas desearías estar en otra franja horaria, en otro clima, en un espacio con una luz distinta.

Pregúntate si eres feliz deseando día tras día lo que no puedes tener. Pregúntate si esos deseos no son de una yo tuya que ya no te acompaña. Mírate. Dime si es así cómo deseabas que todo transcurriera. Párate. Asegúrate de que eres consciente de los pasos que estás dando.

Te sientes como tantas otras veces, al principio de un camino que debes recorrer, sin preguntarte si quieres o no, porque eso es lo que te toca. Sin tiempo para diferenciar lo que está bien de lo que está mal, mientras estás casi segura de que la respuesta a "si esto es lo que te llena" no es lo que te interesa ahora.

Vuelve a mirarte. Vuelve a pararte. Te has olvidado de preguntarte si sientes algo. Será que te has sumergido tanto que tus sentimientos no llegan a tu consciencia.

Sólo te queda mirar al frente, mientras suena una canción a lo lejos, sin sentido, pero certera. Sin motivo, pero real. Porque los sentimientos no son racionales. Porque aquellas palabras que sonaban huecas un día, hoy las sientes tú... a dos a la vez... qué me estás contando...

Pero tú sigues aquí. Y sabes dónde estás. Y sabes lo que has elegido.

17 noviembre 2010

... NAUFRAGIOS MIMÉTICOS

Puede que sea cierto, puede que lleve 4 meses viviendo de una realidad intocable. Puede que lo mejor de esa realidad sea que nunca vamos a poder vivirla y que sólo está dentro de ti y dentro de mí. Pero también puede que, de no ser vivida, se disipe como el calor de mi tazón de chocolate al dejarlo en la mesita.


¿Realmente es necesario revivir un sentimiento que no es real para sentirse inquieto por dentro? ¿Realmente es necesario regodearse en recuerdos futuros? ¿Realmente hay que posponerse para retomar con más intensidad?

He hecho muchas tonterías en los últimos años... que simplemente prefiero asumir mirando al frente y sin darle muchas vueltas. Pero cada una de esas tonterías, me ha llenado... de lágrimas o de sonrisas... pero no me ha dejado indiferente. Cada una de ellas me ha recordado que hay algo por lo que levantarse cada día... mi subjetividad. Yo soy yo misma... con circunstancias que vienen impuestas o buscadas... pero yo misma, porque al final, soy yo la que decido qué camino tomar.

Pero tú... tú nunca me has dejado pensar ni decidir. Tú siempre por delante de mí. Tú siempre priorizado en mis deseos. Mi mundo se aturde y el día titubea, como si cada palabra fuese a generar un futuro presente diferente, como si en cada frase me jugase mi destino. Pero peor era saber cómo ibas a reaccionar antes de verlo. Peor era notar como tus contestaciones eran las mismas que si yo te contestase a ti. Peor era pensar que yo era igual que tú... Peor es darte cuenta de lo que tienes delante y que simplemente nunca podrás tocarlo.

Te he oído decir que nuestras circunstancias eran distintas... las tuyas siempre más complejas, por supuesto... y yo sonreía... porque sabía que eran las mismas... cierto que yo las viví en otro momento, cierto que no fueron con las mismas personas... pero también cierto es que sólo podemos enfocar las situaciones de la misma manera... dime tú por qué... no tendrá nada que ver con que lo veamos todo tras los mismos ojos... no tendrá nada que ver con cómo somos... sólo una misma persona en realidad.

Sonrío cuando me doy cuenta de que me previenes sobre situaciones de las que ni siquiera sabes mi postura. Sonrío al pensar que yo lo siento exactamente igual que tú... porque a mí mi espacio no me lo quita nadie... porque yo también fui otra persona amoldada a alguien... porque yo también tuve que volver a ser yo para encontrarme... porque yo también quiero una mirada cruzada que me haga saber cuándo es el momento.

Y ahora me paro y pienso. Tú y yo no somos iguales... porque yo sigo creyendo en la bondad de la gente, en el altruismo, en el sentimiento puro que no busca beneficio propio... primero de psicología me dices... puede que alguien te entienda a ti... puede que alguien me entienda a mí... pero sólo tú y yo podemos entendernos a nosotros dos juntos...

Y entre tanta tontería, me pregunto qué estarás haciendo hoy... espero sólo que estés bien.

16 noviembre 2010

... HURACANES DESTERRADOS

No lo he hecho por ti... lo he hecho por mí. Porque, en realidad, lo que he sentido y escrito es mío, y no tuyo, por mucho que lo releas... y porque dejarte ir debería ser algo natural... tan natural como dejar pasar el tiempo.

Me cansé de escuchar susurros de ilusiones imaginarias, vacías de contenido, sin base en la que poder levantarse. Me cansé de repetirte lo palpable que podría haber llegado a ser, sin ninguna reacción por tu parte más que patentes elevaciones de tono. Me cansé de cruzar palabras en conversaciones sordas que ninguno de los dos era capaz de desgranar.

Me hacía gracia ver cómo cada uno era capaz de tergiversar más y más las palabras del otro. O cómo podíamos enfadarnos sin tener motivo, simplemente porque los dos queríamos la misma cosa que no teníamos. O cómo nos sorprendíamos sonriendo en medio de una discusión... porque en realidad estábamos haciendo lo que deseábamos.

Y sin embargo... ahora estoy más en calma que nunca, en un mar donde no poder oír tus llamadas, ni leer tus sms. En un mar donde poder estar sola con quien quiero estar... que no eres tú.

Dices que tú eres el único que siempre ha querido lo mismo desde el principio... yo también he querido lo mismo siempre... ser feliz.

10 noviembre 2010

... FRESAS AMARGAS

¿No me puedes decir que todo va bien con un tono más animoso? ... No, no con lágrimas en los ojos. Será que tienes razón cuando dices que tu radar femenino falla. Será que no quieres ver lo que te estoy diciendo.

Me desgarra hablar contigo, y al hacerlo, pienso en alejarme de ti, para que tus palabras hirientes no puedan tocarme. No quiero sufrir por querer... no quiero que te quieras más a ti que a mí. Tú no te das cuenta, pero has sido tú el que me ha empujado a otras manos, tú con tus palabras que van a mundos vacíos que no piensan ser poblados.

Sepárate y no vengas. No quiero oír tus dudas. No quiero oír tus aventuras futuras. No quiero oír un presente inexistente que no hace más que clavárseme para luego retorcerse en la herida. Tú no lo ves, porque ahora sólo sabes pensar en ti. No lo ves porque sólo te enfocas hacia lo que tienes que hacer. Todavía no te has dado cuenta de que el día que de verdad pienses que soy tan importante, no lo dudarás.

Y te aseguro que mientras titubeas... no quiero flotar en tu cielo estrellado. No quiero que me recojas de mi balcón para volar juntos entre nubes que sólo me dejan caer al vacío. Como quien camina sobre arenas movedizas, como quien se agarra a un mástil elástico... del que ves venir el golpe que te va a devolver.

Siempre te quejas de que te digo cosas que no son agradables de escuchar... yo nunca me he quejado. Y me callo, siento el trascurrir cálido de una gota salada por mi mejilla... y te digo eso de: no te lo digo para que te duela.

Si lo que quieres es que sea a medias, pasando por mi camino sin nadie que me dé lo que tú me das... no hace falta que te esfuerces tanto... yo ya lo soy. Si lo que quieres oír es que no tengo interior si no es contigo… no hace falta que te esfuerces tanto… tú te llevaste mis sentimientos contigo. Si lo que quieres es que sea tuya… no hace falta que me hagas tanto daño… yo ya lo soy.

09 noviembre 2010

... FRUTA OTOÑAL

Ya no me acordaba de lo que es sentirse en calma. No me acordaba de cómo era saber que si algo pasase, puedes tirar de teléfono y contar con alguien. Ya no me acordaba de lo que es ser con alguien... ni de lo que es amar.

Me había olvidado de lo que es dejar que te quieran. De lo que es que te abracen antes de un viaje. De lo que es que te cojan la mano para agradecerte cualquier tontería. De la sensación de paz que tienes en tu interior al encontrarte con él.

Me he pasado tanto tiempo echando a gente de mi vida, que ni siquiera sabía cómo dejar la puerta entreabierta. Manías que cogemos con los años... apagar las luces, dejar las persianas medio levantadas, cerrar las puertas...

Sé lo que siento y que no es nada vivido anteriormente, porque no me veo capaz de describirlo con palabras. Noto como las líneas se vuelven transparentes al escribirlas... porque no le hacen ni un poquito de sombra a lo que late en mi interior. Nada que yo pueda explicar, haría entender lo que en realidad siento por dentro.

Vivía sin ti, sin saber que existías, creyendo que no eras necesario y que faltaba mucho para que lo fueras. Y como la mayor parte de las creencias... ésta también era errónea.

No hace falta que te diga esas cursilerías de que te regalo mi corazón, ni que la primavera es más florida con tu mirada en el horizonte... porque cuando mi mano se posa sobre la tuya, me vuelvo aire, transparente, y pierdo mis propiedades terrenales.

Simplemente, soy sentimiento.

07 noviembre 2010

... POLVO DE HADAS

Lo peor es que te echo de menos. Que sé que no hay nada entre nosotros, pero que echo de menos oír tu voz. Que sé que tú ya no piensas en mí, pero que echo de menos tus manos acariciando la parte baja de mis brazos y fundiendo tus dedos entre los míos.

Lo peor es cuando me dices que pensaste en llamarme pero que no lo hiciste. Lo peor es ver que a la hora que lo pensaste yo estaba despierta... a veces haciendo cosas, a veces acordándome de ti. Lo peor es saber que mi noche hubiera sido mejor de haber tenido esa llamada. Lo peor es que me duela pensar en ti porque no debería por respeto a él.

Lo peor es cuando escucho melodías, haciéndoseme el corazón agua. Lo peor es saber que hay una carta para ti sobre mi impresora A1 desde el 30 de Septiembre que me niego a enviarte, por no querer afrontar lo que dice en ella. Lo peor es que ni siquiera me atrevo a volver a leerla por lo que sus palabras me puedan revivir.

Lo peor no es no verte, ni no tenerte al lado, ni no escuchar tu voz. Lo peor es aparentar que nadie eres ya. Lo peor es saber que cuando tu energía me llega... soy tres veces más persona, por ti, por mí y por nosotros dos juntos. Lo peor es saber que me sigue temblando el cuerpo al pensar en ti.

Mi alivio es no saber de ti, no saber qué haces, ni con quién estás. Mi alivio es pensar que ya habrás conocido a otra y que nuestras conversaciones se van diluyendo en las nubes. Mi alivio es engañarme... sabiendo atormentada, lo que en realidad estoy haciendo.

Desde que te conozco llevo alejándome de ti, luchando contra una fuerza imantada que me resulta doloroso controlar. Desde que te conozco, te olvido. Desde que te conozco mis órganos se han convertido en lágrimas y no hacen más que martirizarme. Desde que te conozco no quiero pensar en ti, porque todo pensamiento tiene el mismo fin.

Le he preguntado a él si no quería saber para quién eran mis palabras... y él me ha dicho que no eran para nadie. A mí también me gustaría pensar así, pero por alguna razón, las dos lágrimas que tengo detrás de los cristales de mis gafas, no me dejan verlo tan claro.

Quiero pensar que lo que tanto quiero no es más que algo que me imaginé que podría llegar a ser, pero que no es real. Quiero pensar que eres polvo de arcilla que guardar en una cajita... aunque yo sepa que, lo que en realidad eres, es polvo de hadas.

Pero tú, igual que yo, sabes que la hadas mueren al no creer en ellas.