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Hay días eternos en los que tropiezas y llegar a la noche te cuesta más y más. Y cuando ya estás en ella, poco a poco, los recuerdos de cada tropiezo te van hundiendo... sin darte cuenta, sin ser consciente, y cuando quieres mirar hacia el exterior... sólo ves oscuridad... noches eternas en las que no encuentras más salida que intentar olvidar. Esas noches en las que te gustaría ser como un puzzle y poder simplemente tirar algunas piezas al vacío... y quitar piezas... y hacer orificios... y así conseguirías aire nuevo en tus carnes, conseguirías nuevas corrientes... conseguirías quitarte pesos de encima que muchas veces no tienen que ver con sus dimensiones temporales.Hay noches en las que te sientes como un imán... que va atrayendo virutas de hierro... y vas notando como una tras otra se te van clavando en tu interior. Hay noches, que sería mejor dormir, pero que temes tener sueños perturbados. Hay noches que no te mereces cerrar los ojos... porque temes enfrentarte a la realidad.Temes descubrir que te has convertido en la persona que nunca quisiste ser. Temes ser como aquellas personas a las que nunca desearías tener cerca. Y entonces recuerdas algo que podría hacerte sentir mejor...Déjame soñar contigo... imaginarme tus ojos derritiéndome, tus manos oliendo las mías, tu respiración tocándome. Déjame que me crea que te vuelvo loco... mientras doy con la manera de hacerte real. Déjame que tu música entre en mis poros y sea la que me renueve célula a célula. Déjame ser tu avión de papel, ese que pliegas con cariño para luego dejar volar. Déjame ser por un momento... para que así pueda retomar mi vida mañana...Y al despertar veré que todo ha sido un sueño... sin testigos. Entonces volveré a mis olimpiadas particulares, en las que los obstáculos me los voy poniendo yo... al parecer sólo para no caer en la desidia. Volveré a creer que el amor sin libertad dura lo que un estornudo. Volveré a creer que no existes, que nunca te has ido y que, en realidad, siempre has sido parte de mí. Volveré a creer que te mereces algo mejor y que no te llego a la suela del zapato...Y cuando acabe de helar mi charco de lágrimas en este mar de absurdos... resbalaré en él. Y cuando desde el suelo, con el culo mojado y con los ojos rojos y llorosos, muerda mis labios de desesperación empezará mi ser a repudiar estos lamentos sin sentido.Porque puede que la vida sea más compleja de lo que parece... pero eso, sólo es un espejismo más.
Alguien me susurró una noche que después de decir y de hacer... sólo nos queda amar... me lo susurró como en sueños... y sus palabras vuelven una y otra vez a mi cabeza...Me gusta recordar a las personas por las cosas que han dicho... es extraño pero las acciones suelen englobarse en una compilación de recuerdos que dan lugar a la sensación final que las vivencias con una persona te han dejado. Así que a mí, opinión personal pura y dura, me quedan dos cosas de la gente que ha pasado por mi vida... o tres...1. Me quedan frases sueltas que me dijeron... que de vez en cuando vuelven a mi recuerdo... y que de vez en cuando me hacen sonreír al darme cuenta de que esconden más que simples palabras detrás de ellas.2. Me queda un sentimiento general de mis experiencias con ellos. Sentimiento que varía con el tiempo, y se acentúa o se diluye... que viene y que va según el día que he tenido, según la última vez que nos vimos, según sus últimas palabras...3. Me queda un pedacito de esa persona en mí. Algo que me ha enseñado, algo que, sin yo quererlo, pasa a formar parte de mí, y me completa, no se sabe si para bien o para mal... pero un poco más.Y así, día a día, mes a mes, acumulas personas, acumulas paisajes, acumulas rayos de sol, acumulas arrugas y acumulas sonrisas. El caso es que todos paseamos por la ciudad con nuestra mochila de experiencias encima, cargando con ella... supuestamente para poder sacar de ella las recetas que nos permitan afrontar situaciones parecidas. Cuando ya deberíamos haber aprendido que no hay nada raro en equivocarse y que nada trágico puede pasar... porque todo es vivir.Y son los sentimientos los únicos que te hacen sentir viva... "Te quiero y me quedo corto, pero si me quedo corto ¿pa' que te quiero?"
Supongo que los finales son así. Llegan y nadie los controla. Se van y nadie los había planeado como sucedieron. Igual que los sentimientos. Llegan y nadie los controla. Vienen y se van y nadie pensaba que se podían extinguir.Pero desde aquí, cuando ya ha pasado la tempestad, la calma reina y nada hay a mi alrededor que pueda perturbarla. Pero ¿quién no tiene algo qué ocultar? y ¿quién ha dicho que quiera conocer tus secretos?Lávate las manos si quieres en mi piel, porque no seré yo quién juzgue si eres culpable o inocente. No seré yo quien vea de qué color es la sangre que dejas marcando mi torso. No seré yo quien te diga si apruebo o no lo que haces, ni si lo "correcto" sería hacerlo así, porque lo correcto sólo existe dentro de cada uno de nosotros y no en la totalidad. Porque tu concepto de correcto no puede ser igual al mío, ni al del que nos mira desde fuera. Porque las generalidades no son para la moral, ni para mí. Porque yo soy particular, particular en mi existencia y en mis vivencias. Porque yo soy una, y no me veo similitud con ningún conjunto.Puede que para ti sí, puede que tú sólo seas capaz de creer que lo correcto es lo de todos. Porque crees en una realidad verdadera y no certera, crees en un planteamiento como tal planeado y no en el discurrir del río. Eres de los que hacen presas diciendo que eso es lo natural, amparándote en los estanques naturales. No te has dado cuenta de que los estanques son en un lugar y según unas circunstancias, y que pretender forzar uno, sólo implica la utilización desmesurada de recursos ajenos a la misma situación.Se fueron los malos tiempos, ya no hay que temer, y en realidad nunca lo hubo. Porque no se le puede temer a las palabras, sabiendo que sólo te pueden afectar según la importancia que tú les das. Témele a los actos que las palabras desencadenan, porque al final, las palabras se las lleva el viento, pero las situaciones se apegan a tu espalda y a tu memoria.Menos mal que no hay hoja que no arrastre el viento si decide el árbol caer.
No uso antifaces; no uso velos ni burkas; no cubro mi rostro porque nada hay que me avergüence de él, ni nada hay que tema mostrar, porque mi tansparencia se ha ido perdiendo con los rayazos de la arena del camino, y poco a poco me he vuelto translúcida… como mucha otra gente.Me siento permanente en este mundo fugaz, como una estatua de cobre en medio de los rápidos flujos de habitantes que se producen en las calles de Madrid, que camina a cámara lenta sin que nadie lo perciba en medio del anonimato de la polis. Sin embargo, sé que mi destino es seguir avanzando, que es innato en mí el evolucionar, que no soy capaz de anclarme y esperar. Sé que, aunque todo el planeta se me antoja en otro espacio-temporal, yo lo comparto con ellos, y sospecho que, aunque tangencialmente, tanto su tiempo como el mío es capaz de cosechar los mismos frutos.Lo que tengo lo doy, no lo guardo, no lo poseo, porque nada bueno puede dar en mi interior y, sin embargo, estos frutos pueden lograr sensaciones inmensas en el corazón de otras personas… porque todos vamos juntos de la mano, aunque nos empeñemos en ponernos guantes de látex, aunque protejamos nuestro rostro con mascarillas o aunque nos coloquemos una bata sobre nuestras vestiduras.No me oirás decir lo que no sienta en el corazón, aunque con los años, he aprendido a callarme muchas cosas. Puede que ya no me oigas decir todo lo que me gustaría; puede que ya no me veas mirarte haciéndote llegar mis perfecciones; puede que mis manos ya no te muestren si están en acuerdo o desacuerdo... porque he aprendido que es necesario evitar que te apegues a las personas.No intentes controlarme, no intentes dirigirme, no intentes influirme, porque yo soy quién elige cómo equivocarse. Aprovéchame que si llegué ayer me puedo ir mañana, porque no hay nada que me convenza para quedarme aquí. Soy libre, soy aire, soy nube, soy agua, tierra y fuego, y de todos estos estados aprendo, aunque la parte que más me cuesta es la de aprender a no aprender. La de aprender que aunque las cicatrices sangren y sangren, no importa llevarlas encima, aunque te sientas observado al pensar que son feas… pero quizás lo que deberías es atreverte a mirar las que tienen los demás; la de aprender que las heridas se abren y se cierran pero eso no debe impedirte mirar a los ojos de la bestia... porque lo que ya te hizo daño una vez, haciéndote sentir incomprensiblemente llena por dentro, quizá debería poder hacerlo una y otra vez; La de aprender que a veces es mejor caer como una inexperta que caer en colchón mullido.Es normal que le temas a lo que no conoces… aunque viendo el historial… casi prefiero convivir con lo desconocido mano a mano.
Y no te voy a negar... que me has hecho pensar. Sé que el año pasado era, pero no sé si quiero recordar cómo. Sé que ahora soy, pero no sé si quiero analizar porqué. Sé que en algún momento seré, pero no sé si quiero desvelar para qué.Puedo mirar a mi alrededor, e intuir que tengo una gran cantidad de situaciones por vivir. Puedo dejar mi mente en blanco, e imaginar que miles de ideas se agolpan a sus puertas para poder entrar. Puedo querer hacer, y desecharlo porque no me llevará a ningún lado.No sé si en otro tiempo fui o dejé de ser. No sé si en otros lares encontré o me dejé buscar. No sé si en otra vida caminé o me dejé llevar. No sé si entonces mis ojos brillaban o se dejaban deslumbrar, ni sé si mis labios daban o recogían. Y, si te digo la verdad, poco importa ya.Si no te gusta tu vida tal y como es, puedes hacer dos cosas, o cambiarla o mirarla a través de otros cristales. Sea como sea, algo tendrás que hacer... porque nadie puede detener el tiempo, nadie puede obviarlo ni hacerlo desaparecer.This is my life, this is my way.