Llega la primavera con la luz, las flores y las ráfagas de aire. Dicen que el trabajo es importante. Dicen que hay feos a los que nunca los han besado. Dicen que los cuentos de hadas nunca se hacen realidad y que los príncipes azules no saben fregar los platos. Dicen que las princesas no se enamoran de los sapos y que son tan bellas que el hombre de sus sueños lucha hasta alcanzarlas.
Nos creemos con derecho a opinar y juzgar todo lo que nos rodea, sólo porque podemos verlo, oírlo o tocarlo. Y nos parece que cuanto más cerca de la verdad estemos, mejor podremos tomar nuestras decisiones. Creemos que el conocimiento de todas las variables certeras nos acercará a un mundo justo. Nos creemos que la culpa es necesaria para la redención, y que la redención es necesaria para la paz interior. Pensamos que si estás tranquilo contigo mismo, tu interior será transparente... siempre persiguiendo una concepción platónica del ser humano. Dicen que hay dos tipos de personas, las que creen que son buenas y las que lo son.
No sé hasta qué punto es importante ser buena persona. Imagino que es necesario sentirse bien, pero tampoco sé quién es quien debe juzgarte. Seguramente tú misma... pero quizás es un baremo demasiado subjetivo. Quizá alguien que te conozca realmente bien... alguien con quien hayas compartido mucho tiempo... una de esas personas que cuando decide que no quiere volver a verte, simplemente no vuelve a hablar contigo ni a querer saber nada de ti.
Dicen que no todos podemos estar felices todo el tiempo, pero es evidente que el esfuerzo vale la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario