En realidad, no tiene nada que ver contigo... pero dos han pasado a ser multitud desde que decidiste dejarme sola. Mi alma es como una planta enraizada a un terreno inerte y soy incapaz de buscar música entre todo este ruido que me rodea. Veo cómo camino en un tiempo paralizado, así como si mi mundo fuese la cinta andadora que va a destiempo de las demás. Sin gusto en los pulmones desde que descubrí que simplemente tu olor no es igual en otra persona. Sintiendo cómo el espacio viene y va, ahora que tú no estás.
Tendré que soñar que puedo volar. Tendré que aprender a escuchar de nuevo. Tendré que abrir la ventana para que la suerte entre por ella y perfume mi almohada. Tendré que dejar que la lluvia me enseñe cómo viene y va. Tendré que pensar que soy alguien sin ti, aunque sea transparente. Tendré que temblar cuando la noche llega, aunque sólo sea por sentirme viva. Tendré que reír de nuevo, aunque sólo sea por dejar que el aire entre y salga de mí.
Quiero ser como las olas, como la luna, como una idea, como un estribillo, como un recuerdo, como un espejismo, como un problema por la noche, como un famoso que nadie conoce... quiero existir, aunque sólo sea alguien a quien todos pueden tener y nadie puede guardar.
Me acostumbré a respirar. Me acostumbré a echarte de menos. Me acostumbré a mirar al cielo y no ver cómo me iluminabas. Me acostumbré a no romperme cada vez que me mirabas. Me acostumbré... y ahora veo que no me ha servido de nada.
Y por mucho que crea que nadie más sabe de lo que hablo... en el fondo me gustaría pensar que hay alguien ahí fuera que no me ve tan distinta. Y por mucho que crea que nadie más lee lo que escribo... supongo que siempre me quedarán mis chicas de Reinosa, mil besillos guapetonas!!
Tendré que soñar que puedo volar. Tendré que aprender a escuchar de nuevo. Tendré que abrir la ventana para que la suerte entre por ella y perfume mi almohada. Tendré que dejar que la lluvia me enseñe cómo viene y va. Tendré que pensar que soy alguien sin ti, aunque sea transparente. Tendré que temblar cuando la noche llega, aunque sólo sea por sentirme viva. Tendré que reír de nuevo, aunque sólo sea por dejar que el aire entre y salga de mí.
Quiero ser como las olas, como la luna, como una idea, como un estribillo, como un recuerdo, como un espejismo, como un problema por la noche, como un famoso que nadie conoce... quiero existir, aunque sólo sea alguien a quien todos pueden tener y nadie puede guardar.
Me acostumbré a respirar. Me acostumbré a echarte de menos. Me acostumbré a mirar al cielo y no ver cómo me iluminabas. Me acostumbré a no romperme cada vez que me mirabas. Me acostumbré... y ahora veo que no me ha servido de nada.
Y por mucho que crea que nadie más sabe de lo que hablo... en el fondo me gustaría pensar que hay alguien ahí fuera que no me ve tan distinta. Y por mucho que crea que nadie más lee lo que escribo... supongo que siempre me quedarán mis chicas de Reinosa, mil besillos guapetonas!!